Cudillero, E. PELÁEZ

El Partido Popular de Cudillero defiende que el cambio de emplazamiento del complejo deportivo de Villademar ha demostrado que no era viable el planteamiento del alcalde, Francisco González Méndez, tal y como defendía la formación.

«Nos congratulamos de que el señor alcalde y el equipo de Gobierno nos hayan dado la razón», aseguró la concejala Carmen Pérez García de la Mata, que estuvo acompañada ayer en la villa pixueta por el edil Román Cándano y los diputados regionales Marcial González, Emilio Pérez Cueva y Alfonso Román López. Pérez denunció que el Gobierno local «quiso hacer un linchamiento» de la formación popular y advirtió de que ésta «se mantendrá vigilante».

El PP no ha recibido información del acuerdo que adquirió el regidor con la empresa Anjoca, por el cual se hizo con 120.000 metros cuadrados que se unen a los 135.000 metros incluidos en la zona protegida por el Plan de Ordenación del Litoral de Asturias (POLA) que ya habían sido cedidos. Los tres grandes equipamientos, el campo de fútbol, la piscina y el polideportivo, se construirán en los últimos terrenos de los que dispone el Ayuntamiento, donde no tienen que cumplir prescripciones más estrictas como las marcadas por el Principado para el campo de fútbol.

El PP duda de que la obra prevista para el campo de fútbol concluya en el plazo marcado por el fondo estatal, en diciembre, ya que se debe iniciar la tramitación con un periodo de información pública de dos meses.

Cudillero, E. P.

«SOS Cuideiru» rechaza las edificaciones, sean residenciales o deportivas, en el entorno del monumento natural de la Turbera de Las Dueñas. Y aunque muestra su satisfacción al no verse afectada el área de protección del POLA, ya que finalmente no se construirá el campo de fútbol, rechaza la construcción de los equipamientos en la margen izquierda de la carretera que une la localidad de Las Dueñas con la villa pixueta.

Este proyecto «continúa amenazando con acabar definitivamente con la turbera», ya que las obras de cimentación dañarían los drenajes, defiende el colectivo ecologista, que no entiende cómo tras anunciar la propuesta el alcalde «es capaz de decir sin sonrojo que quiere poner en valor la turbera y abrir un centro de interpretación».