Tapia de Casariego,

T. CASCUDO

Hace más de cuarenta años dos hermanos australianos se enamoraron de las olas tapiegas. Fue el inicio del surf en la villa, una tradición que ha calado hondo en el concejo donde se celebra cada año una prueba puntuable para el campeonato del mundo de este deporte. Consciente de esta unión y del tirón turístico del surf para la villa, el Ayuntamiento planea la creación de un museo del surf.

Se trata de un equipamiento único en el Occidente que tendría por fin recoger toda la historia local vinculada a este deporte, en palabras del alcalde tapiego, Gervasio Acevedo. El regidor explica que lleva años dando vueltas a esta idea con la intención de plasmar todo lo que significó y sigue significando el surf para el concejo. «En Semana Santa el pueblo se llena de gente con motivo del campeonato que se ha convertido en un evento importantísimo», apunta.

Acevedo explica que uno de los escollos para su puesta en marcha era la carencia de locales adecuados en pleno centro, pero tras la construcción de la nueva casa de cultura considera que el inmueble antiguo podría ser el lugar perfecto. La vieja casa de cultura Juan de Mairena podría albergar este espacio expositivo que el Ayuntamiento quiere rentabilizar como un recurso turístico más del concejo.

El museo no sería un equipamiento excesivamente complejo ni caro, sino al contrario. «La idea es hacer algo sencillo, con paneles explicativos y fotografías de la historia que se podrían completar con diferentes tablas de surf que expliquen la trayectoria de este deporte», aclara Acevedo. Además, consciente de la escasez de locales, considera que este equipamiento podría ubicarse en una sala abierta compatible con otros usos. «El espacio podría distribuirse de tal forma que se complementara la visita al museo con la realización de otro tipo de actividades», matiza.

El equipo de Gobierno tapiego está ahora dándole vueltas a esta idea para obtener el mejor modo de sacarla adelante. Pese a que queda poco más de un año para el fin del actual mandato, Acevedo se muestra optimista y confía en que a lo largo de 2010 se puedan dar los primeros pasos para convertir en realidad este original proyecto.

Desde que los hermanos Peter y Robert Gulley visitaron Tapia hace más de cuatro décadas han sido muchos los jóvenes que han seguido su estela. El propio Robert, que sigue visitando asiduamente la capital tapiega donde sigue practicando surf, habla de la fascinación con la que les recibieron los jóvenes de la villa en su primera incursión en aguas tapiegas. El museo proyectado contribuirá a que esta historia jamás se olvide.