Taramundi, A. M. SERRANO

Ismael Rodríguez tiene 2 años, vive en Taramundi y ayer pensó concienzudamente qué le pediría al Alcalde para mejorar el parque infantil en el que juega a diario. «El juego de las bolas», se lanzó a decir el más pequeño de la veintena de niños convocados ayer, por el gobierno local, a una asamblea para analizar sus primeras impresiones sobre su lugar habitual de diversión. «Yo quiero columpios», concluyó la mayoría. «Un balancín», pidió María. «Pues yo, unas cadenas», gritó Sheila.

La historia de este encuentro entre el alcalde de Taramundi, Eduardo Lastra, y vecinos de entre 1 y13 años, nació el pasado 5 de enero. Los Reyes Magos escucharon los deseos de los niños, que el día de la cabalgata pidieron como regalo un nuevo parque infantil para la capital del concejo. «Parece que os habéis portado bien y tendréis una nueva zona de juegos», les informó el Alcalde.

Pero para conseguirla, tienen una segunda tarea: pensar. Ayer se celebró una primera reunión con el objetivo de que los niños analizaran las carencias del actual parque y la posibilidad de construir una nueva zona de juego en los aparcamientos.

Después de divertirse con todos los aparatos de juego de este área, de unos 400 metros cuadrados, los niños tendrán todo el día de hoy y tarde del día de mañana para hacer su diagnóstico. «Si están estropeados y alguien se rompe algo, pues es mejor hacerlo todo nuevo», opinó María. Y aunque casi todos sus compañeros parezcan estar de acuerdo, lo cierto es que están muy acostumbrados a esta zona de juegos, muy céntrica, pero también poco soleada.

Junto con el Alcalde, un animador sociocultural intentó recabar las opiniones. Si se construye uno nuevo, éste tendrá más luz, porque está orientado al sur. Si se rehabilita el actual, tendrán una zona de juego más céntrica, pero poco soleada. «Todos tienen ventajas e inconvenientes, pero la decisión final es vuestra», explicó Lastra.

La iniciativa, que se enmarca dentro del plan municipal de drogas de Taramundi, es única en el Occidente, y en ella colabora la asociación Partycipa. En Taramundi, la opinión de los vecinos más pequeños importa. «Queremos que sepan lo importante que es tomar una decisión u otra», explicaba la concejala de Cultura, Cristina Fernández.

El Ayuntamiento envío 33 convocatorias a los niños que residen en la villa de Taramundi y en alrededores. Y todos ellos podrán votar mañana, después del colegio, y emitir su veredicto. El Alcalde, por su parte, ya se ha ocupado de reclamar al Gobierno regional, convertido por un día en rey mago, la subvención pertinente.