La Espina (Salas),

L. VALDÉS

«La obra pinta muy mal, cada vez peor. Los obreros vienen y se van, no hay dinero y las empresas está claro que no trabajan por amor al arte». Jesús García, propietario del comercio «Casa el Cándano» en La Espina se muestra muy escéptico sobre el final de la obra del tramo Salas-La Espina. De la segunda calzada ya ni se habla en la localidad salense. «Con la primera tendremos que conformarnos durante bastante tiempo seguro», afirma el comerciante.

Leonides Fernández también hace tiempo que perdió la ilusión, a causa de los continuos retrasos, por acortar tiempos con el centro de la región. «La obra va muy despacito, la crisis económica ha tocado muy de cerca a esta infraestructura». La vecina de La Espina afirma además: «Tuvimos este año un invierno muy duro y los trabajadores tuvieron que parar varias veces a causa de la nieve. De los argayos ya mejor ni hablamos». La mujer bromea con resignación y duda de que la segunda calzada de este tramo llegue a buen puerto.

Unos vecinos hablan y opinan, pero muchos dan la callada por respuesta cuando se les pregunta por una obra con la que soñaron durante años. Su gesto enfadado lo dice todo. La autovía del Suroccidente entre Oviedo y La Espina se detuvo en Grado en octubre de 2007 con la inauguración de la segunda calzada del tramo entre la localidad de Llera y la villa moscona. Más de dos años y medio después, los cuatro trazados restantes del corredor (Grado-Doriga, Doriga-Cornellana, Cornellana-Salas y Salas-La Espina) continúan en obras y sin haberse inaugurado ninguno de ellos. Las modificaciones en el trazado, una meteorología desfavorable, las complicada orografía y la falta de presupuesto han provocado un sinfín de retrasos en el anhelado eje de comunicaciones entre el centro y el Suroccidente de la región.