Carlés (Salas) / Boinás (Belmonte),

L. VALDÉS / V. D. PEÑAS

La decisión de la empresa minera canadiense Orvana Minerals Inc. de retomar la explotación de sus yacimientos de Boinás (Belmonte) y Carlés (Salas) en próximas fechas, tras cinco años de inactividad, ha sido acogida en ambos concejos con gran entusiasmo, ya que se generarán 200 puestos de trabajo directos y otros 400 indirectos. Todo un filón para el Suroccidente asturiano, más en estos tiempos de crisis. Dirigentes, hosteleros y empresarios celebran también la reanudación de la extracción con la que esperan aliviar la economía de sus negocios «tocada» por la recesión.

«En tiempos de bonanza mucha gente se atrevió a discutir la conveniencia del aprovechamiento minero en la zona, pero hoy en día con la crisis económica que hay muy pocos se atreverán a poner tachas a un negocio que genera tantos puestos de trabajo. El empleo genera vida en los territorios, sobre todo en los envejecidos como el nuestro, por eso el Ayuntamiento siempre fue favorable a este proyecto». El Alcalde de Salas, José Manuel Menéndez (PSOE), desayunó ayer con la noticia de que Asturias volverá a producir oro y no pudo ocultar el resto del día su satisfacción por lo que considera «un importante motor de riqueza no sólo para el concejo salense sino para el Suroccidente asturiano».

El regidor adelanta que «el yacimiento de Carlés dará empleo a 70 personas, aproximadamente, muchas de ellas vecinos del municipio». Según los datos que tiene el Ayuntamiento, la empresa ya ha seleccionado a un 80% de los trabajadores, muchos de los cuales ya están en sus puestos. «El resto lo hará progresivamente hasta el próximo mes de mayo cuando toda la plantilla estará incorporada», añadió el alcalde. Menéndez destaca además que «la explotación del yacimiento salense al realizarse mediante galería tendrá un impacto menor».

Los empresarios de la zona también han reaccionado alegría ante la reactivación de Carlés. «Estamos muy contentos y sin duda es un gran aliciente para los comercios y la hostelería y también para el alquiler de pisos», explica José Manuel Pérez Menéndez, responsable de la empresa de materiales de construcción Casa Javier, de Salas. Pérez ya ha mantenido relaciones comerciales con la empresa y asegura que «al frente está gente muy cumplidora y formal en los pagos y eso hoy en día se valora mucho». Víctor Cernuda, propietario del bar Berlín en Salas, espera que «haya más movimiento en la villa gracias a la mina pero para eso es necesario que contraten a gente del concejo que es la que deja el dinero aquí». El hostelero teme que la gente de afuera prefiera vivir en otros lugares. «Ahora estamos más cerca de Oviedo, con el tramo de la autovía Grado-Doriga, y es posible que los trabajadores no se queden a dormir en Salas».

En Belmonte, más de lo mismo. La vuelta del oro es un soplo de aire fresco en el concejo. Orvana, propietaria de las explotaciones del Valle (Belmonte) y Carlés (Salas) prevé extraer unas 40 toneladas de oro y otras 35 de cobre, lo que supondría, aproximadamente, unos diez años de actividad. Pero a parte de la actividad está el empleo.

Como explicó ayer el regidor belmontín, Roberto Pérez (PSOE), en la actualidad ya se han creado cerca de dos centenares de empleos entre puestos directos e indirectos. Y como son conscientes de que este número aumentará, se hará lo posible para que la empresa aurífera contrate a vecinos de Belmonte. «En unas semanas esperamos firmar un convenio con la empresa para priorizar la contratación de gente del concejo. La relación entre ambas partes es buena y esperamos reducir a la mitad el paro en el municipio», recalcó.

El Alcalde matiza que la reapertura de la mina, en la que ya se han invertido en los últimos años cerca de 18 millones de euros en prospecciones y estudios, supondrá un soplo de vida para la zona. «Son puestos de trabajo, ocupación de casas, más actividad en la hostelería. Es algo que hemos notado en los últimos meses y que esperamos aumente este año», apostilló.

El Ayuntamiento espera que la empresa colabore con las tasas municipales en diversas actuaciones. El convenio de colaboración también incluye ayudas para el Aula del Oro y actividades culturales. También se pretende utilizar el dinero en la mejora de las carreteras del entorno de la mina.

En Boinás, los vecinos también están contentos. Celia Menéndez, del bar-restaurante «Casa El Sastre», ve muy bien que se vuelva a sacar mineral. Y es que sin esta explotación, apenas tendrían clientes. «Si no es por la mina, muere todo. Así que esperamos que sirva para reactivar esta zona, porque si no la gente marchará», concluyó.

En Boinás (en la foto) y en Carlés hay actividades en las últimas semanas. Los operarios ultiman los trabajos previos al inicio de la explotación de oro. El ganado que pastaba ayer en prados contiguos a la mina era el único testigo de la reactivación del yacimiento, ya que las casas de Carlés, que ha perdido a sus vecinos, permanecen cerradas a cal y canto, informa L. VALDÉS.