El "Salgari español" era asturiano de Abres y se llamaba Federico Mediante: una vida de aventuras por América rescatada por su nieta

La nieta del escritor, nacido en Abres y que alcanzó un gran éxito popular en el siglo XX, rescata su odisea vital y literaria en una biografía

Federico Mediante Noceda, con su hija Ana, a la izquierda, y su esposa,  Horentina Acosta Wayton.

Federico Mediante Noceda, con su hija Ana, a la izquierda, y su esposa, Horentina Acosta Wayton. / LNE

A. Rubiera

A. Rubiera

"Es el momento de sacar a la luz y compartir el enorme potencial de información que mi familia ha atesorado sobre uno de los escritores de novela popular más importantes de la España del siglo XX, además de su pintoresca e inquieta vida, enriquecida por grandes ideales". Con ese impulso y muchas ganas de sacar a su abuelo casi del anonimato, Ana Rosa Martínez Loredo, la nieta del asturiano Federico Mediante Noceda (1888-1951), publicaba a finales del año pasado la biografía documentada titulada "Federico Mediante. El Salgari español", una obra con la que Ana Rosa Martínez ha ordenado la memoria de su familia y la del público lector español para posicionar a uno de los autores más prolíficos –al menos tiene más de 200 obras reconocidas– de aquella pléyade de escritores que estuvieron detrás del tirón en los kioscos, en el siglo pasado, de la novela popular de aventuras.

Hay quien tilda a Federico Mediante Noceda como "el más popular autor español de novelas del Oeste, policíacas o de aventura", detrás del que había un pionero al que se le puede seguir el rastro con su nombre o con los de Fred Baxter, Norman Lincoln, Walter Brown, Hendrix Keyne, Spencer Scott, J. Medhel, Bill O’Hara, Boris King, King Drake o Warner Williams, entre otros muchos, ya que esas múltiples firmas era algo muy típico del momento. A la puerta de su casa madrileña hay un rótulo: "Mediante novelista".

Federico Mediante Noceda, con su hija Ana, a la izquierda, y su esposa,  Horentina Acosta Wayton.

La cubierta del libro. / LNE

Mediante Noceda, al que se ha prestado mucha más atención en Galicia que en su región de origen, nació en la parroquia asturiana de Abres, en el concejo de Vegadeo, y él mismo contó en alguna entrevista que le hicieron en vida "que junto a su abuelo materno Benito Noceda –que había sido capitán de un velero que hacía rutas entre Ribadeo y Castropol, partiendo de la Ría de Ribadeo hasta Avilés, Luarca y Gijón– navegaban con frecuencia hacia Ribadeo y otros puertos de Galicia. Pasó su infancia en ese pueblo (Abres) donde su padre, Manuel Mediante, era maestro rural y quien lo inició en la lectura de Verne y Salgari", recuerda ahora su nieta.

Federico Mediante, "el "Salgari español" que contó en novelas sus aventuras por América

Una de las novelas de Federico Mediante. / LNE

Cierto es que algunas biografías dan por hecho que es gallego y es que, como bien sabe Ana Rosa Martínez, "él se definió como gallego por adopción, debido a que pasó allí el tiempo de la Guerra Civil y tuvo trabajo en Las Riberas del Eo. Además, uno de sus hermanos, José Mediante tenía un emblemático bar en Ribadeo".

Con espíritu aventurero, siendo un joven de apenas 14 años puso rumbo a la Argentina, sin que en su caso fuera por motivos económicos. Y allí ejerció de todo: camarero, mayordomo, maestro de párvulos... Volvió a España para participar en la guerra de Melilla y en 1914 de nuevo cruzó el océano para reencontrarse con una tierra donde experimentar con todo lo que se le ponía por delante: trabajó de gaucho, cazó jaguares, recorrió países con una compañía de teatro y de circo, ejerció de periodista...

Allí se casó con Horentina Acosta Waytorn y en 1921 la trajo a España. En Madrid, Mediante Noceda fue explicador en salas de cine y aprovechó sus muchas aventuras para ponerse a escribir. Y no pararía hasta morir, a la edad temprana de 63 años. Entonces su viuda decidió retornar a Argentina y, quizá por eso, opina su nieta, se hizo el silencio en España sobre el nombre de Federico Mediante.

Federico Mediante, "el "Salgari español" que contó en novelas sus aventuras por América

A la izquierda, Ana Rosa Martínez –segunda por la derecha–, en la presentación de su libro. / LNE

Ahora, al poco de cumplirse el centenario de su primera publicación, su nieta se ha propuesto dar a conocer y difundir su vida y obra, "poniendo en valor su contribución a la alfabetización del pueblo con publicaciones cortas, de fácil y amena lectura de bajo coste".

Fue hace "relativamente poco tiempo", cuenta su nieta, cuando se hizo "una idea de la dimensión de su figura. Y fue gracias a internet donde comencé a verlo nombrado y revalorizado; hasta ese momento solo había sido nombrado dentro del ámbito familiar". A su juicio, su pronto fallecimiento y la marcha de su abuela fueron la causa de ese olvido. "Supongo que fue debido a que luego de su muerte, en 1951, mi abuela, que era argentina, regresó a su país con mi madre y se cortó, por así decirlo, el vínculo que ella tenía con los ambientes literarios españoles".

Pero una vez sobre la pista, a Ana Rosa Martínez no le fue difícil conocer en detalle la biografía de su abuelo. "Mi abuela atesoró toda su obra, fotografías, reportajes, documentos que me han permitido reconstruir sus vidas, sumado a lo que ella misma me fue contando durante mi infancia", refiere. Para ella, lo que distingue a su abuelo, además de su ingente obra literaria, es "haber sido pionero y haberse atrevido a realizar tareas poco comunes y sin tener asegurado el éxito".

"Sin duda supo reinventarse desplegando muy variadas actividades: desde peón de campo y mozo a actor y explicador de cine mudo", apunta. Si hubiera que ceñirse a una biografía mínima su nieta destacaría "su espíritu aventurero, inquieto e intrépido. Su profundo amor por el ser humano y la justicia, sus altos ideales de luchar por un mundo más justo".

Como escritor, su nieta comenta que su mayor mérito no reside en una imaginación desbordante, sino, "sobre todo, en tener buena memoria". "Mucho de lo que cuenta en sus novelas fueron vivencias personales que recogió durante sus dos viajes a Argentina", asegura. Hay episodios de su vida que parecen de película. "Realmente lo fue. Una vida de película, con aventuras y separaciones. Creo que su segundo viaje a Argentina y los países limítrofes de Bolivia y Paraguay con una compañía de circo, sin duda, debe haber sido la más atractiva", señala.

Ana Rosa Martínez relata en su biografía que cuando su abuelo se va de Asturias, de adolescente, lo hace llevándose una foto de sus padres y a Cervantes: "Así es, lo cuenta él mismo en un reportaje que le hizo el famoso periodista de esa época, José Altabella. Dice que en su primer viaje a América llevaba una pequeña maleta donde tenía un retrato de sus padres y un ejemplar de ‘El Quijote de la Mancha’".

En la vida de Mediante Noceda también hubo implicación política. "Fue republicano, comprometido con sus ideales y militante sindical, pero debo confesar que mi abuela nunca habló del tema. Sí que guardó su carnet de afiliación", indica su nieta. También hay constancia de que escribió un libro de filosofía fácil: "Cuenta que lo tradujo, pero no tengo más datos. Debe ser de las pocas cosas que mi abuela no tenía".

Ana Rosa Martínez ha presentado el libro sobre su abuelo en diversos actos, sobre todo vinculados a ámbitos e instituciones gallegas y no descarta hacerlo en Asturias, si tuviera propuestas para ello, pero cree que es difícil, porque ella no mantiene vínculos con la región. En todo caso, la historia de su abuelo puede leerse en internet: "Publiqué el libro de manera independiente en Argentina, ya que no logré entusiasmar a ninguna editorial española para realizarlo. Está publicado en papel y en versión digital para facilitar su acceso". Una forma fácil para conocer a un prolífico y muy singular autor asturiano.

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