Oviedo,

T. CASCUDO

La Coordinadora Ecologista de Asturias reclama al Principado que paralice todos los trámites ambientales y administrativos relacionados con la implantación de nuevos parques eólicos. Los ecologistas consideran que existen irregularidades en el planteamiento de la administración regional por cuanto no se contempla una evaluación ambiental estratégica para todo el conjunto de parques previstos, sino que se analiza cada proyecto eólico en solitario. La Coordinadora ampara tal petición en la sentencia que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) emitió el martes y que suspende cautelarmente la planificación eólica catalana por carecer de un análisis ambiental integral.

El TSJC ha atendido un recurso presentado por dos colectivos ecologistas (Associació Respectem l'Albera y Associació Alt-Empordanesa per l'Estudi i defensa de la natura) que como la coordinadora asturiana exigen un mayor análisis de los planes eólicos. «La resolución está en la línea de lo que demandamos en todos los parques en los que nos hemos personado porque entendemos que la evaluación debe hacerse sobre el conjunto de parques y no uno por uno como aquí se hace, no dando idea de conjunto y de sus impactos», según explica el portavoz de la Coordinadora, Fructuoso Pontigo.

Dice Pontigo que el Gobierno asturiano «no puede seguir haciendo oídos sordos» a esta demanda y de lo contrario le advierte de que «incurrirá en graves responsabilidades de carácter político y patrimonial por la infracción de la legislación ambiental comunitaria y estatal».

Los ecologistas aseguran que el auto catalán no es el único que ampara sus peticiones, ya que el Defensor del Pueblo también ha remitido al Ayuntamiento de Santander un informe estableciendo como vinculante la necesidad de hacer un análisis global de los parques.

En este sentido, el colectivo asturiano asegura que la inexistencia de una evaluación ambiental estratégica convierte los parques y los proyectos actuales en ilegales. Cuestión que afecta sobremanera al Occidente, donde actualmente se tramitan nada menos que 86 parques eólicos, lo que supondrá llenar las cimas del Occidente con 1.453 molinos. Supondrá una potencia total de 2.554 megavatios. Al impacto que generarán los parques hay que añadir -insisten los ecologistas- el que provocarán las líneas de evacuación y las subestaciones eléctricas.