Presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de las Escuelas Selgas

Cudillero, Sara ARIAS

La Asociación de Antiguos Alumnos de las Escuelas Selgas lleva ya 17 años reuniendo en torno a 200 alumnos en su tradicional comida fraternal de abril. Su presidente, José Aquilino Martínez Busto, habla del tipo de enseñanza que recibió en la institución dos días antes de su próximo encuentro. El próximo sábado a las doce comenzarán los actos de la asociación en la iglesia de El Pito.

-¿Cómo surge la idea de crear la asociación?

-Se le ocurre a un ex alumno. Entonces empezamos a contactar unos con otros y en 1995 se crea la asociación. El primer año reunimos poca gente, pero a partir de ahí empezamos a buscar ideas para el día de la reunión y comenzó a animarse cada vez más.

-¿Cuál es la motivación de verse cada año?

-La ilusión de recordar, de reunirnos y hacer saber a los demás la clase de enseñanza que nos dieron en las Escuelas Selgas con una educación muy avanzada para aquellos tiempos.

-¿Qué les enseñaron en las Escuelas Selgas?

-De todo. Nos enseñaban desde álgebra a literatura. Aprendí francés, taquigrafía, mecanografía... todo eso en la Escuela de Comercio que había en el último piso. Además, nos lo daban todo, teníamos acceso a una escuela como las de la ciudad y para nosotros, que no teníamos nada, eso era fabuloso. Todo lo que conseguí en la vida se lo debo a las Escuelas Selgas.

-¿Qué recuerdos guarda de esa época?

-Fue el tiempo más feliz de mi vida. Teníamos buenas instalaciones, maestros fabulosos y encima era todo gratuito. Recuerdo que en invierno, cuando hacía frío, iban pocos niños y hacíamos gimnasia dentro, corríamos por el pasillo... fue un tiempo fabuloso.

-¿Y qué fue lo qué más le influyó en su paso por las escuelas?

-El que más caló en mí fue un maestro, don Félix. Recuerdo que los domingos iba a misa en El Pito y a la salida iba a la biblioteca de las escuelas, que estaba abierta. Allí leí de todo.

-Además de la educación, ¿qué más le dieron las escuelas?

-Había una frase que decía: «Buen porte y buenos modales abren puertas principales». Era una educación integral. Las escuelas nos dieron mucho. Todos los años en Reyes teníamos un juguete y todos los jueves por la tarde veíamos una película. También nos llevaban de excursión a Covadonga, a Navia, a Gijón...

-Cambiando de tercio, ¿cómo se consigue llevar la asociación durante 17 años?

-Nos reunimos todos los meses desde septiembre a mayo en la oficina que el Ayuntamiento de Cudillero nos cedió en la Casa de la Cultura. Y trabajamos mucho para sacar todo adelante.

-¿Tienen apoyo de la Fundación Selgas Fajalde?

-Sí, por supuesto, económico y moral. Desde que se contactó con ellos nunca dejaron de existir. Además, tenemos patrocinadores como Cajastur, el Ayuntamiento, Casa Lupa y diez empresarios locales.

-¿Qué le parece la reapertura de la Quinta de los Selgas en octubre?

-Fenomenal. Es una noticia muy buena además la gente está muy interesada y será una manera de atraer turismo a Cudillero y fomentar la economía del concejo.