Camuño (Salas) / Brañaseca

(Cudillero), Ignacio PULIDO

Los ganaderos de las sierras de Salas y Cudillero registran cada semana ataques del lobo. Lejos de encontrar una solución al problema, la situación cada vez es más difícil. Tal es así que incluso se ha llegado a constatar la presencia de los cánidos en áreas alejadas de sus zonas de campeo habituales. Hace apenas unos días, un ternero fue devorado en el pueblo salense de Camuño, a escasos metros de las viviendas. Los lugareños temen que los numerosos incendios acaecidos semanas atrás hayan propiciado un desplazamiento de las manadas de lobos.

El ganadero y tratante salense Jesús Antón Arias señala que el lobo mató en Camuño a uno de sus terneros. «Hace dos semanas, un grupo de personas que se encontraba, a las ocho de la mañana, al rececho del corzo en la carretera que conduce a Linares observó con sus prismáticos que un lobo había accedido a mi finca y se encontraba entre el ganado», comenta. Tras ser avisado, Jesús se trasladó al lugar y encontró los restos de uno de sus terneros. «Se había comido tan sólo sus entrañas», describe. «El xato tendría un valor de 750 euros en el mercado. Lo han tasado tan sólo en 480 euros, por lo que he tenido que presentar una reclamación documentada con varias fotos», matiza.

Que el lobo ataque en Camuño es, cuando menos, poco habitual. Eso aseguran los lugareños. A ello cabe sumar que el ataque se produjo a un centenar de metros de las casas. «Mi ganado pace aquí desde hace una década y nunca había sucedido algo así. Temo que los incendios hayan obligado a los lobos a abandonar las sierras», conjetura.

Durante esa misma jornada, el lobo mató, supuestamente, a diez ovejas en la localidad moscona de Rañeces, a sólo cinco kilómetros de Grado. La presencia de los cánidos ha sido constatada también en las inmediaciones de La Cabruñana. Estos ataques son frecuentes en la sierra de Los Vientos, entre los concejos de Cudillero, Salas y Tineo. El ganadero Armando Martínez, afincado en Brañaseca, sufrió la semana pasada una nueva «visita» de los lobos. «Mataron un ternero e hirieron a otro», subraya. El ataque tuvo lugar a las ocho de la tarde.

La situación no ha mejorado en el último año. Las ganaderías de Gallinero, Lendepeñas y Brañasecas han sufrido cuantiosas pérdidas. Los ganaderos exigen una solución.