Corias (Cangas del Narcea),

Pepe RODRÍGUEZ

El vino blanco de calidad de Cangas del Narcea «Viña Grandiella», de 2011, elaborado por Bodegas Monasterio, se ha alzado con la medalla de oro en el XX Concurso Internacional de Vinos de Montaña. Es el único caldo español que ha conseguido esta distinción en el certamen este año.

Este concurso, que se celebró en Aosta, en Italia, es el único de carácter internacional que valora los vinos elaborados en zonas de montaña adscritas al Centro de Investigación, Estudio, Salvaguarda, Coordinación y Valorización de la Viticultura de Montaña (CERVIM).

Se trata de un tremendo éxito para Bodegas Monasterio y, por extensión, para todo el sector vitivinícola de Cangas del Narcea. El «Viña Grandiella» se elabora con albarín blanco, la variedad autóctona de uva blanca que tantas alegrías está dando al vino de Asturias, pues son pocos los expertos que no han destacado su enorme calidad y su carácter único. Juan Manuel Redondo, enólogo de Bodegas Monasterio, es consciente de ello: «todos sabíamos que el albarín blanco nos daría este tipo de satisfacciones. Es una uva muy especial».

En los últimos tiempos se ha dicho, en más de una ocasión, que el albarín blanco del suroccidente de Asturias podría tener potencial para producir el mejor vino blanco de España. Premios de esta envergadura parecen confirmarlo, pero Redondo se muestra cauto: «no sabría qué decir, a fin de cuentas ser el mejor vino de España, como frase, puede tener muchas interpretaciones, incluso a nivel de marketing. Lo que si pretendemos es poner en el mercado un gran producto, y creo que eso es ya algo innegable».

De «Viña Grandiella» se han hecho 10.000 botellas en esta pasada vendimia en Bodegas Monasterio, una cifra muy escasa si se tienen en cuenta producciones de otras Denominaciones de Origen, pero que, puesta en perspectiva, da buena cuenta del avance del vino de Cangas: si en 2001 se hacían 500 botellas en Bodegas Monasterio y unas 1.000 en conjunto en la Indicación Geográfica Protegida (IGP), este año, en la IGP, se ha recogido albarín blanco para 16.000 botellas.

Redondo explica que, en viticultura, no se puede ir muy rápido. «Nos gustaría producir más, claro, pero eso requiere tiempo. Ahora estamos recogiendo los frutos de lo sembrado hace unos cinco años. Entre cinco y ocho años es lo que suelen tardar en producir las cepas nuevas. Las nuevas plantaciones están un poco paradas, pero el 99 por ciento de lo que se planta en Cangas es albarín blanco», concluye.