Mieres / Langreo,

Andrés VELASCO

Un ajuste sin precedentes. Así es el plan de recortes que el empresario leonés Victorino Alonso presentó la noche del martes a los comités de empresa de Coto Minero Cantábrico (CMC) y Uminsa, las dos compañías matrices del grupo minero. Los recortes, que según los responsables de los trabajadores les llevarán a perder en torno al 50% de sus salarios, no han sido la única medida que ha levantado las iras de los mineros. El empresario leonés también puso sobre las mesa dos expedientes de regulación de empleo que se registrarán formalmente en los próximos días y que afectarán a más de la mitad de la plantilla de Coto Minero Cantábrico en Cerredo y a un 70 por ciento de trabajadores del pozo de Santa Cruz del Sil, cuyo cierre se vaticina antes de finales de año.

El presidente del comité de empresa de Coto Minero Cantábrico en Cerredo, Moisés Díaz, calificaba ayer de «auténtica barbaridad» las intenciones de Victorino Alonso. El responsable sindical explicó que el empresario ha planteado un expediente de regulación de empleo de seis meses para los trabajadores de la explotación asturiana, que afectará a entre 150 y 200 mineros. Además, Díaz teme que esta fórmula sea la que Alonso quiera utilizar cada año: «Como el Gobierno ha disminuido la producción, seguramente la empresa quiera aplicar medidas similares el resto de años, es decir, tenernos trabajando seis meses para sacar la producción anual y el resto mandarnos al paro».

Sobre el plan de recortes, que también se aplicará en todas las explotaciones de Uminsa, Moisés Díaz destacó que, sumando todos los ajustes, los trabajadores perderán en torno al «50 por ciento del salario». Así, relató que, en función de las categorías, los recortes en las nóminas reducirán entre el 25 y el 37,5% su cuantía, «pero el tijeretazo no se queda ahí». Los mineros también dejarán de recibir la paga extra de navidad, perderán el plus que cobraban por trabajar días festivos, se les aumentará en dos horas la jornada de trabajo y perderán otra serie de derechos como la hora del bocadillo.

Moisés Díaz también denunció que los trabajadores todavía no han cobrado la nómina de septiembre y que el empresario leonés no les aclaró en la reunión mantenida el martes cuándo y cómo van a percibir esos emolumentos. «Muchos nos tememos que hasta enero no cobremos, al igual que ya damos por perdida la subida del IPC que se nos debe desde el año 2010», lamentó.

En el caso de Uminsa, Victorino Alonso también presentará de forma inminente un expediente de regulación de empleo que provocará el cierre de la explotación de Santa Cruz del Sil. La regulación, según explicaron desde el comité de compañía, afectará al 70% de la plantilla, en torno a 70 trabajadores, aunque no formarán parte del expediente los mineros que están cerca de prejubilarse (antes de fin de año) y a otros trabajadores que serán los encargados de recuperar el material y preparar el pozo para su cierre, que en todo caso se produciría antes de final de año.

Respecto a las medidas que los trabajadores van a llevar a cabo para protestar contra la decisión de Alonso, aún no hay nada planificado a la espera de nuevas reuniones. Pero sí queda descartada de forma rotunda la convocatoria de una nueva huelga. La próxima reunión entre los comités de empresa y la dirección del Grupo Alonso está fijada para el día 31 de octubre, cuando ya se conocerán los detalles de las regulaciones.

Por otra parte, los mineros de exterior de la Gran Corta de Fabero (León), perteneciente a la empresa Uminsa de Victorino Alonso, regresarán hoy a sus puestos después de que los trabajadores hayan acordado por unanimidad desconvocar la huelga que mantenían desde hace 63 días.