Secretario del Comité de Ética del Hospital Comarcal de Jarrio (Coaña)

El Comité de Ética de Jarrio se constituyó en 2007. Esta entidad trata de ser un foro para mediar en casos concretos donde los avances médicos, los derechos del paciente y la moral y la educación de cada uno no van en el misma línea. También establece protocolos de actuación en momentos de tensión y conflicto entre médico y paciente. En Asturias, hay cinco comités. El de Jarrio presentó tres de las cuatro ponencias que representaron a Asturias en el Congreso Mundial de Bioética celebrado la pasada semana en Gijón. Ricardo de Dios, ex gerente del hospital comarcal de Jarrio y médico de este centro sanitario desde 2002, es su secretario.

-¿Qué le parece la reforma de la Ley del aborto?

-Lo que sabemos los médicos para valorarla es por los medios de comunicación. Los profesionales de la Medicina no tenemos un borrador. Pero, por lo que he oído, es un retroceso. Desde la ética buscamos un espacio común donde poder escuchar, entendernos y respetarnos. Todas las leyes restrictivas que excluyen a una parte de la sociedad no pueden ser buenas. Yo quiero poder decidir sobre mi vida.

-En función de lo que ha trascendido, ¿qué riesgos cree que plantea?

-El aborto se reguló en su día porque se practicaba de igual modo. Los abortos clandestinos generan un riesgo de salud para la madre y también un tipo de turismo.

-La eutanasia también es otra de las polémicas para la Bioética.

-Ante un caso terminal, hoy todo el mundo acepta los paliativos. Nadie debe morir con sufrimiento o dolor. Eso por un lado. Y, al final, como ciudadano, en España se debería regular esta situación. Aquí no tienes derecho a acabar con tu vida si estás en una cama inmovilizado, pero si no estuvieras enfermo, tienes posibilidades...

-¿Qué recomienda a los familiares que esperan el final de la vida de un ser querido?

-El silencio es muy dañino. No poder despedirte del ser querido no es bueno porque genera tensiones internas. Es muy duro saber que alguien se te va poco a poco y sus familiares deben buscar opciones terapeúticas y profesionales, en una palabra, ayuda. Hay que buscar salidas para descargar la tensión emocional y aprovechar el tiempo para despedirse del ser querido.

-Los comités de ética están cada vez más presentes en el día a día de los hospitales. ¿Cómo ha cambiado el trabajo de este foro en seis años?

-En los comités resolvemos dilemas éticos. Es como un lugar donde se tienen en cuenta valores de ciudadanos y de profesionales. Es un aparte del desarrollo de los estados democráticos. La libertad del ciudadano es cada vez más importante. El ciudadano tiene autonomía para decidir sobre su vida. Venimos de una cultura paternalista donde el médico tomaba la decisión y no consultaba. Con el desarrollo de los valores democráticos hay conflictos y ahí está el comité de ética. Ahora son necesarios porque hay que llegar a consensos.

-¿Qué hacen exactamente?

-Divulgamos información sobre temas complejos, como el principio y el final de la vida, y también diseñamos protocolos y recomendaciones para instituciones sanitarias con el fin de evitar conflictos.

-¿Qué es lo que no sabe el ciudadano que es paciente?

-Que tiene derechos y que hay que respetar su decisión. La práctica más adecuada es la que aúna experiencia médica, evidencia científica y creencia del paciente. Así la existencia tendrá más calidad para todos. El paciente tiene autonomía y a veces no lo sabe. Puede decidir si quiere que se le aplique o no un tratamiento, por ejemplo.

-El médico no siempre tiene la razón.

-El médico tiene una información específica que no tiene el paciente, o puede que no tenga. Siempre se debe informar al paciente de su salud y crear espacios de entendimiento. Después hay pacientes que quieren decidir y otros que no.

-¿Asesoran en caso de errores médicos?

-Nosotros no juzgamos ni analizamos los errores médicos. Estamos pendientes de los dilemas morales que genera una decisión médica. El paciente tiene creencias, religiosas o de otro tipo, y los profesionales deben ser sensible a las decisiones del enfermo. Para eso trabajamos.