Dos joyas de la cultura y el patrimonio asturianos se fusionaron ayer cuando Pepe'l Molín cantó la misa en latín acompañado por el gaitero Xaime Menéndez, en la iglesia de Santiago de Villazón (Salas). Fue ésta la primera manifestación pública de la misa de gaita, una tradición muy arraigada en Salas y alrededores, tras ser declarada como bien de interés cultural inmaterial el pasado martes.

El templo puso su parte al lucir sus mejores galas tras la reforma integral finalizada el pasado año, que permitió descubrir su origen románico y que ha propiciado la aprobación de los trámites para que sea catalogado dentro del patrimonio protegido. La celebración, impulsada por el colectivo Amigos del Paisaje de Salas y el Aula Valdés-Salas, sirvió como reunión de las asociaciones jacobeas del norte, en un templo referencia dentro del camino primitivo.

Los protagonistas de la misa cantada en latín no ocultan su satisfacción ante el reconocimiento oficial otorgado a un bien cultural al que han dedicado tanto esfuerzo. "Me parece algo muy importante, porque la misa de gaita estaba en un pronunciado declive, que puede cambiarse ahora", considera Pepe'l Molín. "Es bueno que haya interés, y que se siga cantando, por lo menos, en los próximos cien años", añade.

El cantor lleva desde los años setenta participando en ceremonias, aunque recuerda que de niño no era de los que más simpatizaba con este arte. "Cuando hice la primera comunión le tenía un odio atroz, no quería saber nada de ella, porque te echaban una misa en la que lo cantaban todo, de casi dos horas, sermón incluido", bromea. Sin embargo, se ha convertido en uno de los mayores impulsores de este tipo de actos, de los que afirma que hay una amplia tradición en el concejo de Salas. "Yo nací en Cornellana en 1943, y desde siempre, el día del patrón San Juan, se celebró la misa de gaita", rememora. "La sidra anima el corazón y la misa de gaita anima el alma", resume Pepe'l Molín, en referencia a la denominación conjunta de ambos elementos como bien de interés cultural inmaterial.

"Es nuestra contribución a la canción asturiana", señala el gaitero Xaime Menéndez, que considera que "es esencial mantener el acervo cultural de la región, además del material". Explica que en las escuelas de canción asturiana podrán darse ahora más oportunidades a la misa de gaita, y "que haya, así, un relevo para continuar".

Por su parte, la iglesia de Santiago de Villazón fue objeto de una completa visita guiada, de la mano del historiador Alberto Fernández. El templo recuperó su mejor aspecto tras la restauración realizada gracias a la aportación del empresario mexicano Jerónimo Arango Arias, sobrino del indiano y filántropo local Manuel Arango Díaz.

"Ha sido una maravillosa coincidencia tener esta misa cantada en la iglesia de Villazón justo después de que ambas sean reconocidas por su valor histórico y cultural", señalaba Juan Menéndez Arango, presidente de la asociación Amigos del paisaje de Salas, antes de que se iniciara la ceremonia.

"Aquí se efectuó una obra de conservación muy importante. En principio, motivada por el mal estado del edificio, pero a lo largo de los trabajos fueron apareciendo elementos constructivos y artísticos muy interesantes". Entre ellos, una imaginería muy completa y armonizada, que va desde el siglo XIII al siglo XX.

Villazón espera que el templo se convierta en una referencia del Camino de Santiago, ahora que se ha constatado su valor histórico, y que ayude al pueblo, como explica Menéndez Arango, "a tomar conciencia de su pasado, aumentar la autoestima histórica y favorecer el crecimiento económico".