Son más de medio centenar de documentos originales, reunidos por primera vez y puestos a disposición de los investigadores interesados en la figura del padre Mario Casariego, natural de Figueras y que llegó a ser uno de los máximos exponentes de la jerarquía eclesiástica en Centroamérica. El investigador local Fernando García acaba de depositar en la biblioteca pública Miguel G. Teijeiro de Figueras un disco, llamado a ser punto de partida clave en futuras investigaciones. "No existe una compilación semejante sobre Mario Casariego. El objetivo es ofrecer información directa y limpia, para que las conclusiones las elabore cada uno. Hay que facilitar a la gente las fuentes directas", precisa García, que en 2009 promovió los actos del centenario del nacimiento del religioso.
Mario Casariego (Figueras 1909-Guatemala 1983) fue arzobispo de Guatemala y en la década de 1980 llegó a ser el único cardenal de Centroamérica. Nunca se desvinculó totalmente de su pueblo natal, que abandonó siendo un niño, primero para vivir en Vigo y después con rumbo a México, donde residió con su tío Laureano antes de iniciar su periplo por Hispanoamérica. Casariego visitó Figueras hasta en seis ocasiones entre 1956 y 1971.
El investigador figueirense, que forma parte de la asociación Amigos de la Historia de Figueras, explica que estos documentos -tan variados como su partida de bautismo, fotografías antiguas, su esquela o reseñas periodísticas de diversas fechas- serán muy útiles para quien quiera indagar en este personaje. "Servirán como punto de partida, para no tener que iniciar de cero la investigación", precisa, al tiempo que reclama un estudio a fondo sobre el Padre Mario. "Es una figura que está ahí sin trabajar. No cabe duda de que fue un personaje a nivel universal pero falta una investigación exhaustiva de toda su vida y una valoración del personaje en su conjunto", añade.
En todo caso, los actos celebrados en Figueras con motivo del centenario de su nacimiento sirvieron para aclarar algunos aspectos confusos como los referentes a la primera parte de su vida. El propio García se encargó de rastrear la huella de Casariego en Figueras, para contrastar documentalmente sus primeros años. "Resulta curioso comprobar cómo las versiones elaboradas por los distintos biógrafos fueron contaminando el conocimiento directo que las personas de Figueras y los familiares más directos habían tenido de los hechos reales, hasta el punto de que, en gran medida, éstos fueron sustituidos por aquellos", relata García en el texto titulado "Primeros años" que encabeza el CD titulado "I Centenario del nacimiento del Padre Mario Casariego. Recopilación de documentos". En este sentido García llama la atención sobre la figura de la madre -que tuvo que criar sola a Mario Casariego-, pues fue interpretada erróneamente.
Todos los documentos que engrosan el disco fueron rastreados con motivo del centenario celebrado en 2009 y ahora, seis años después, se han puesto en limpio para uso público. "Quedan muchos interrogantes por aclarar", concluye García.
