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Los festejos en la comarca

San Timoteo, a la cabeza en Luarca

"De donde somos no hay nada igual", destaca una familia madrileña sobre el colorido y multitudinario desfile de cabezudos por la villa, preludio del día grande del patrón

Tres jóvenes con caretas y el chambrón de San Timoteo; a la derecha, la charanga "BB+", durante el desfile. G. GARCÍA

El reloj marcaba las 12:21 horas cuando el gran portón verde de la travesía del teatro Amelia se abrió de par en par y una marea de color y música inundó las calles de la capital valdesana. Nadie se quiso perder ayer el primer gran desfile de gigantes y cabezudos, que suponen el preludio perfecto para San Timoteo. Durante dos horas, Luarca vivió el "xareo", que enamora a grandes y pequeños, muchos de los cuales corrieron para alejarse de las maldades de los cabezudos.

Una marea de gente esperaba a los protagonistas de la jornada en la calle. Muchos, cámara en mano, aguardaban la ocasión para grabar el comienzo de este episodio más del cartel festivo luarqués, que estuvo precedido de una salva de voladores. "Hemos venido a ver esto, porque de donde somos no hay nada igual. Y hay que inmortalizarlo", explicó Mario Suárez, de Madrid, que está pasando las vacaciones en la zona con su familia.

Para los luarqueses es, sin duda, uno de los momentos más especiales del año. Así lo considera Juan Carlos Vicente, que lleva más de treinta años enfundándose el disfraz para salir a danzar por las calles de la villa. "Es una tradición y salgo para eso, para que no se pierda esto tan bonito", asegura. Aunque hay muchos niños que cogen el relevo, cree que es importante que los "veteranos" no dejen de lado este espectáculo. Aunque, reconoce, no es igual que antes: "Hace diez años, zumbábamos mucho más. Ahora ya no. Se baila, se pasea, se trata de que la gente lo pase bien", dice, minutos antes de convertirse en un personaje timoteíno.

Desde lejos llegan también para participar y ser cabezudo en la fiesta. Es el caso de la joven viguesa Paula Pérez, que señala que en su ciudad natal "no hay estas fiestas, y son diferentes a todo lo que conocemos allí".

El cielo gris y plomizo, siempre amenazando lluvia, no fue impedimento para que la comitiva alegrase la mañana a las miles de personas congregadas en las aceras. Al frente de ella, los músicos de la banda de gaitas "Aires de Valdés", "La Lira" y la charanga "BB+", que no dejó de animar con su particular versión de las canciones del verano.

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