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"Es un desastre", claman los naviegos tras el parón del ramal del tren de Ence

El gobierno local insta a El Musel a hacer un esfuerzo para convencer a la papelera de que use el ferrocarril para exportar la pasta por sus instalaciones

El lugar donde tendría que haber vías de tren, tomado por la maleza. G. GARCÍA

El anuncio de la renuncia de Ence al ramal ferroviario amenaza con dejar en Navia una cicatriz en forma de zanja de tres kilómetros a los vecinos afectados, que no ve reparación posible y tienen muchas preguntas en el aire. La noticia, avanzada por LA NUEVA ESPAÑA, ha generado una ola de indignación entre los naviegos, que no han tardado en tildar de "ramalazo" a un asunto en el que la oposición exige responsabilidades, mientras el gobierno municipal no cierra del todo la puerta a la puesta en servicio del entronque para llevar la pasta de papel desde la factoría naviega hasta el puerto gijonés de El Musel.

Entre los afectados directos se encuentran varios vecinos de Talarén y Las Aceñas, que vieron sus fincas atravesadas por esta actuación "de utilidad pública" que ahora se encuentra parada y en el aire. "Nos expropiaron una parte de una finca, la cual estaba plantada de eucaliptos, los derribaron y no recibimos ninguna indemnización. El terreno fue partido en dos partes, quedando la parte superior sin ningún tipo de acceso", explica Gema Fernández, cuya familia ha resultado muy perjudicada, ya que se han quedado sin suelo y sin percibir liquidación alguna. "También ocuparon más terreno de lo planteado inicialmente".

Más allá de lo personal, esta vecina cree que afecta "al total de la población, ya que todo esto ha sido financiado con dinero público. Debería ser un escándalo en la zona semejante aberración", asevera. Al mismo tiempo piensa en los habitantes de la parroquia de Talarén, donde se ha estropeado parte del paisaje, y pide que, de no salir adelante el ramal, se vuelva a restablecer el estado de las fincas y su titularidad a sus propietarios. Más contundente se muestra Alfonso Rodríguez, de Las Aceñas. "Son unos sinvergüenzas", asegura. A él le talaron un monte y, según cuenta, se llevaron toda la madera.

También genera quejas, y en gran cantidad, el estado en el que se encuentra, desde el inicio de las obras, la carretera que conecta Navia con Villayón, que a la altura de la planta papelera presenta una pronunciada curva donde antes había una recta. "Es un desastre, ya ha habido accidentes y muchos problemas ahí", señala otro vecino.

"Los trabajos en la parte final del ramal deben finalizarse, sí o sí. Seguro", manifestó ayer con convicción el regidor naviego, el socialista Ignacio García Palacios. Esta actuación "tiene que terminarse, porque no es posible que una carretera de la administración pública ocupe un terreno privado, como es el de Ence", enfatizó. En cuanto al proyecto, recordó que se trata de la unión de tres voluntades (Principado, Ence y Feve), y que a lo largo de estos últimos años se ha topado con "muchas dificultades desde el punto de vista medioambiental, del patrimonio cultural, y desde el técnico". García Palacios quiso dejar clara su postura, y la del Principado: "Queremos que la obra para la que se gastó bastante dinero, más de diez millones, se construya y se termine, para dar servicio a nuestro puerto, que es El Musel. Es de interés para los asturianos". Y pidió que desde esta entidad portuaria se hagan esfuerzos para que "a Ence le salga rentable hacer el transporte de su mercancía".

En la oposición, Nacho Blanco, portavoz de IU, sostiene que, desde el inicio, "no se miró para los intereses del Occidente". Pide que se aclaren las cifras reales del proyecto, y qué tipo de convenio se firmó. Nacho Méndez, del PP, exige responsabilidades a los autores de este "fracaso": Vicente Álvarez Areces y García Palacios, "donde se han dilapidado varios millones de euros que podrían haber valido para otras infraestructuras más prácticas y necesarias en Navia".

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