Un nuevo accidente en la mina de Cerredo, en el municipio de Degaña, mantuvo en vilo ayer por la mañana a trabajadores y vecinos de la zona, que aún tienen muy presente la tragedia ocurrida el pasado mes de julio, cuando un desprendimiento de toneladas de rocas y tierra en el interior de la explotación se saldó con el fallecimiento de un trabajador de Astur Leonesa, Roberto Calviño.

En esta ocasión, el desprendimiento se produjo en la parte de la mina que explota la empresa Unión Minera del Norte (Uminsa), perteneciente al grupo Alonso, y afectó a tres trabajadores de la subcontrata de la compañía.

Aitor Fisteos, empleado de una de las contratas de Uminsa desde hace dos meses, fue el que se llevó la peor parte. El desprendimiento del costero le cogió de lleno y le produjo un corte en el cuello. Además, el fuerte golpe recibido lo empotró contra los cuadros de la galería, según relatan sus compañeros.

Fisteos, vecino de Caboalles (León), de 23 años de edad, fue atendido en el mismo lugar del accidente por el equipo de Atención Primaria de Cerredo y la propia ambulancia de la empresa minera procedió a sacarlo del interior de la mina. Después, hacia las once y media de la mañana, el trabajador fue evacuado al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) por el Grupo de Rescate del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias, a bordo de un helicóptero medicalizado. "Nos tranquilizó ver que salía consciente, estabilizado y que podía moverse, aunque el corte era grande", comentaba uno de sus compañeros. Ya por la tarde, en el hospital, Fisteos fue intervenido quirúrgicamente.

El presidente del comité de empresa de Uminsa, Arturo Suárez, destacó que la intervención de los equipos sanitarios "fue rápida, lo sacaron pronto de la mina para llevarlo al hospital". Suárez comentó, además, que esas piedras que se desprenden del techo "suelen tener unos dos o tres centímetros y ser muy cortantes".

Junto a Fisteos, otros dos trabajadores resultaron heridos, éstos con pronóstico leve. "Presentaban magulladuras y contusiones leves y, sobre todo, muchos nervios por la situación", relató Suárez. En su caso, la atención médica la pudieron recibir en el propio pueblo de Cerredo donde se encuentra el centro de la mutua de los trabajadores de la mina.

El accidente se produjo a unos dos kilómetros de la entrada a la explotación, en un taller conocido como "Berta 1", situado a unos metros de donde se produjo el derrabe de julio, pero en una capa de carbón diferente.