El Hospital de Jarrio ha vuelto a situarse a la cabeza de la innovación médica dentro del mapa sanitario asturiano. El área sanitaria I es la primera de la región en que todos sus centros de Atención Primaria cuentan con los equipos y la formación para desarrollar la teledermatología, un proceso en que las nuevas tecnologías se convierten en el mejor aliado de los profesionales sanitarios. Las ventajas de los nuevos procedimientos son amplias. "Las experiencias previas de telemedicina han demostrado que benefician, en primer lugar, al paciente, pero también al sistema para lograr su sostenibilidad", asegura Crisanto Alonso, director médico del área, en la que ya funciona con éxito la teleoftalmología desde 2010.
El médico de Atención Primaria, ante una lesión cutánea que le presente dudas, tiene la posibilidad de enviar una fotografía al especialista, el dermatólogo, que, a través del documento, valora el caso. Si es una lesión que se puede diagnosticar mediante imagen, remite un informe al médico de cabecera, que establece el tratamiento oportuno. En caso contrario, el paciente recibe una cita para acudir a la consulta del dermatólogo. "Si desde Atención Primaria se pueden hacer las fotografías y enviarlas al especialista, el paciente no va a necesitar acudir al hospital", recalca Alonso.
En el año 2014 se inició un proceso de formación general en dermatología para los profesionales de Atención Primaria, también a través de nuevas tecnologías. Entre 2014 y 2015 se fueron incorporando las necesidades materiales, que en este caso son tanto las cámaras digitales como la aplicación informática con las correspondientes licencias. "Son cámaras digitales normales. Lo único que se requiere es que tengan un zoom con una capacidad de aproximación de hasta un centímetro, ya que algunas fotografías hay que hacerlas desde muy cerca", explica el director médico. La aplicación informática se encarga de capturar las imágenes, vincularlas al historial del paciente y remitirlas al especialista.
El sistema permite una gran versatilidad y movilidad. Las cámaras fotográficas son de fácil transporte y las imágenes se pueden tomar en cualquier lugar, no es necesario un habitáculo específico. "El médico puede realizar el proceso desde el mismo domicilio del paciente y solicitar al dermatólogo que haga una valoración sin tener que movilizarle", pone como ejemplo Alonso. En junio de 2015 se completó el equipamiento material de las once zonas que componen el área, y se realizó la formación específica en las de la costa. Este mes de enero, cuando se complete el mapa con la formación en el interior, Jarrio será el primer centro asturiano con teledermatología completamente implantada.
"Las nuevas tecnologías se introducen pensando en el paciente, pero también pensando que puedan ser soportables desde un punto de vista de los costes. En este caso, cumple ambas. Mejora la accesibilidad del paciente y reduce los costes en los usuarios, que no tienen que desplazarse; pero también pensamos que, a largo plazo, reducirá costes porque habrá menos afluencia del paciente al hospital, mejorarán las listas de espera y la gestión en general", considera Crisanto Alonso.
