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Prospecciones mineras y una minicentral por ósmosis, otras propuestas pendientes

La sociedad de pescadores "La Socala" del río Esva muestra su rechazo frontal a una posible central de aprovechamiento hidroeléctrico en este cauce. El presidente del colectivo, Gil Rico, asegura que el sector "está preocupado" e incluso "indignado" con la propuesta de la empresa AZ Renovables, S. L., que ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico una concesión para producir energía hidroeléctrica gracias a un caudal de agua de ocho metros cúbicos por segundo y en una corriente que se derivaría del banzao de Luisín, en el término valdesano de Brieves.

"No podemos consentir este ataque", indica Rico, quien cree que el río no tendría caudal suficiente, en vista de los últimos años de escasas lluvias, para poder abastecer esta industria. "Nos quedaríamos casi sin un tramo de río. No se puede proyectar una central de este tipo sin conocer la zona y en qué actividades locales podría interferir", indica.

Ni el colectivo ni los vecinos de la zona han sido informados sobre este aprovechamiento, que en todo caso se encuentra en una fase de tramitación inicial. De hecho, no existe proyecto y de momento la empresa sólo ha solicitado una autorización para conocer si puede o no aprovechar las aguas en un punto determinado.

"La Socala" asegura que la mera petición ha causado "estupor" entre los pescadores. Creen que una central haría casi imposible el remonte, por ejemplo, de los salmones, y que perjudicaría una zona que es espacio protegido y Lugar de Interés Comunitario (LIC). Gil Rico añade además que en los últimos años "no se puede ni tocar un palo de un río, pero sin embargo se piden estas concesiones de aguas desproporcionadas".

El presidente de "La Socala" reclama una nueva política de las administraciones públicas con respecto a los ríos y anuncia que el club iniciará acciones legales en caso de que el proyecto continúe su curso. "Ya casi no hay pesca deportiva, y habrá menos si estos proyectos salen adelante", subraya. En el club de pesca "La Socala", que tiene 27 años, están inscritos en la actualidad más 300 pescadores, pero llegó a tener mas de 1.000. Gil Rico asegura que no hay relevo generacional y que el río Esva está "cada vez más abandonado. Si no hay jóvenes que continúen con la pesca y no tenemos un mantenimiento digno para pescar, poco se puede hacer por el sector", explica. En los últimos años, el club valdesano lideró las protestas por la imposibilidad de limpiar tramos de río con sedimento sin exponerse a una sanción.

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