El último hallazgo de restos arqueológicos en el fondo de la ría del Eo ha vuelto a poner de manifiesto el desconocimiento que existe sobre la riqueza patrimonial de este estuario que une Asturias y Galicia. De ahí que expertos como los arqueólogos subacuáticos Miguel San Claudio o María Noval reclamen un estudio integral de todo el estuario en el que se impliquen los gobiernos asturiano y gallego.
"La riqueza patrimonial de la ría es una y la división administrativa entre las dos comunidades autónomas no tiene ningún sentido. Los espacios poco entienden de divisiones artificiales", incide San Claudio, descubridor en 2011 del conocido como galeón de Ribadeo, un buque del siglo XVI que presume de ser uno de los mejor conservados del mundo para su época. Noval, que en 2008 estudió los catorce cañones descubiertos por buzos de Figueras en la ensenada de Llan, coincide con el gallego San Claudio: "Efectivamente falta un plan integral en el que sobran las fronteras".
Cada vez que San Claudio se sumerge en las aguas del estuario constata su "enorme riqueza". Asegura que en "pocos sitios hay tanta abundancia de restos" y por tanto lamenta que no se aborde un estudio integral para conocer mejor la ría y sus secretos. Precisa el arqueólogo que para hacer las cosas bien haría falta un estudio de las fuentes escritas que refieren naufragios y presencia de diferentes embarcaciones en la zona a lo largo de la historia. A continuación debería hacerse un estudio sistemático del fondo de la ría que permitiera posicionar los elementos ya descubiertos y aquellos que pudieran aflorar fruto de este ambicioso trabajo. "Si hubiera una actuación seria, daría trabajo y grandes alegrías", incide San Claudio quien defiende que permitiría "conocer más de la historia de los pueblos que se asoman a la ría".
Noval coincide con San Claudio en que primero hay que acudir a las fuentes escritas y orales para recoger la huella de naufragios y luego constatarla con una prospección detallada en la zona. "Es una zona con muchísimas referencias que habría que contrastar después sobre el terreno. La idea de hacer algo conjunto entre Asturias y Galicia sería un proyecto ambicioso que exigiría olvidarse de localismos y ser generosos, pero sería muy interesante", añade la asturiana.
No obstante, la realidad actual pone de manifiesto la falta de un plan conjunto de actuación entre ambas comunidades. Cada autonomía va por su cuenta en lo que respecta a investigar los fondos del Eo y solo intervienen dentro de sus fronteras.
En materia de investigación subacuática Galicia lleva la delantera pues en 2010 firmó un convenio con el Ministerio de Cultura para desarrollar un Plan Nacional del Patrimonio Cultural Subacuático y en ese contexto se realizó una documentación de los pecios y restos del lado gallego de la ría, cuyos resultados se presentaron en 2011. En Asturias poco se ha hecho y la última prospección de la ría se remonta a 2008 cuando el Principado envió a expertos para documentar los cañones localizados por buzos de Figueras en las inmediaciones de la playa de Arnao.
Otro debate pendiente es el de qué hacer con el patrimonio subacuático. Los expertos explican que no es posible extraer todo a tierra, aunque San Claudio considera que sí debe rescatarse aquello que corra peligro y especialmente los elementos de más valor científico y patrimonial. Así lo ha hecho la Xunta en sus respectivas prospecciones, en las que ha sacado del agua restos de cerámica y otros elementos que ha trasladado a diferentes museos gallegos. En este sentido, María Noval es poco partidaria de la extracción y apuesta más por el uso de las nuevas tecnologías, como por ejemplo recursos audiovisuales, para trasladar a la gente la riqueza del fondo del mar.
