La asociación "Tous pa Tous. Sociedad canguesa de amantes del país" ha comenzado un trabajo de localización e inventariado de las antiguas prensas de madera que se conservan en los lagares de vino del concejo de Cangas del Narcea. La asociación tiene constancia de que a mediados del XVIII existían en el municipio unos 68 lagares con prensa de viga y hasta el momento ha encontrado ocho bien conservadas y evidencias de su existencia en una docena de lugares.

Saber cuántos lagares hay en el concejo no es el único objetivo del estudio; también se busca ahondar en la parte social que promovían estas construcciones desde el momento mismo de levantarlas hasta su uso. "Fueron construidas por brigadas de artesanos y carpinteros que también se encargaron de hacer los molinos de río", explica David Flórez, el investigador encargado de realizar el estudio.

Las prensas de viga, que se utilizaban para acabar de exprimir el vino del magayo, podían ser de uso particular, cuando pertenecían a monasterios o palacios, o compartidas entre varios vecinos. El lagar de Santiso, que forma parte del Museo del Vino, fue de varios vecinos de Llamas de Ambasaguas, que lo utilizaban siguiendo unos turnos. En los casos de un solo propietario, los vecinos también podían pedirle su uso y a cambio le cedían parte del mosto extraído o le ofrecían un día de trabajo en las viñas, "lo que refleja la reciprocidad y la colaboración en las comunidades rurales", subraya Flórez. Los lagares de viga y contrapeso de piedra comenzaron a emplearse y difundirse en el siglo I d.C., en época romana, y a principios del siglo XX empezaron a ser sustituidos por prensas de jaula, más pequeñas y de más fácil manejo. De hecho, en su recorrido por los diferentes lagares, David Flórez se ha encontrado los dos tipos de prensa en convivencia, con la de viga en desuso pero que se conserva "por tradición y por el valor histórico que tiene".

El estudio recogerá los datos del estado de conservación, medidas y croquis de las diferentes piezas que componen la prensa, e incluso se está recuperando su nomenclatura; además, se hará la descripción del local donde está ubicada y un listado del resto de artilugios relacionados con el vino que se guardan en los diferentes lagares inventariados. Para llevar a cabo el proceso, la asociación solicitó ayuda a los colegios rurales de las zonas más vinícolas de Cangas para que los alumnos, a partir de actividades, investiguen en sus pueblos sobre los lagares, "una manera de sensibilizar a los más pequeños sobre el valor de estos elementos", apunta Flórez, y que además sirve para obtener información de dónde encontrar estas construcciones.

Al final, los datos recogidos se difundirán a través de la web de "Tous pa Tous" y se hará una exposición fotográfica con el fin "de dar a conocer, sensibilizar e informar, y que quede memoria de los lagares". En el proyecto colaboran la Denominación de Origen Protegida Vino de Cangas y la empresa Flórez Sierra.