Artritis y artrosis se parecen, pero no son lo mismo. Ambas son enfermedades degenerativas, pero mientras que la primera se produce al inflamarse la membrana sinovial, que protege al cartílago de las articulaciones, la artrosis está causada por el deterioro progresivo de ese mismo cartílago. La fisioterapia, unida a un tratamiento médico, puede ser clave a la hora de tratar estas patologías, y ofrecer una mayor calidad de vida al paciente. Aunque, como en todo, la prevención es lo más importante. "Debemos realizar actividad física a diario, evitando el sedentarismo", aconseja Laura Fernández, fisioterapeuta en Navia, que esta semanas se encuentra ofreciendo charlas informativas en el concejo de Tapia de Casariego.
"La artrosis y la artritis reumatoide son enfermedades reumáticas que afectan a las articulaciones más móviles de nuestro cuerpo como son las manos y los pies, las caderas, las rodillas; pero sobretodo afectan a las pequeñas articulaciones de nuestras manos y de nuestros pies", explica la fisioterapeuta, que puntualiza que, a pesar de ser enfermedades degenerativas, "con un buen tratamiento se puede conseguir que el paciente tenga una buena calidad de vida".
La artritis se suele manifestar con frecuencia en las personas de entre treinta y cincuenta años, afectando a más mujeres que hombres, casi el triple. En cuanto a la artrosis, es habitual en edades más avanzadas, de entre cincuenta y sesenta años (aunque puede aparecer a cualquier edad), y afectando por igual a hombres y mujeres. El dolor es el síntoma principal en los casos de artrosis. "Y aunque también se presenta claro en los casos de artritis reumatoide, podemos decir que la inflamación articular, que es claramente visible en los pacientes con este tipo de patología, es el síntoma más típico de una artritis reumatoide", señala Fernández, que añade a los síntomas la rigidez articular, y la limitación de la movilidad. "En casos avanzados, la deformidad articular indica que la enfermedad sigue su evolución".
En cuanto al tratamiento, además de la medicina tradicional, la fisioterapia juega un papel importante. "Podemos destacar técnicas de termoterapia, masaje, estiramientos globales, técnicas de terapia manual; con las cuales nosotros, los fisioterapeutas, conseguimos que los pacientes tengan una mejor calidad de vida", asegura esta profesional. En cuanto a prevención, remarca la importancia del ejercicio, dejar de lado el tabaco, y cuidar la alimentación y la hidratación para evitar el deterioro de los tejidos.
