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Santullano festeja unido la Soledad

El pueblo tinetense, junto a sus vecinos de Quintaniella y Ansarás, celebra hoy una fiesta con muchos devotos y olvidada durante diez años

Los vecinos más jóvenes de Santullano: Elena Álvarez Osendi, Jimena Pérez, en brazos de María Cristóbal, y Francisco Pérez. D. ÁLVAREZ

Santullano, en Tineo, vive hoy uno de los días más importantes del año para sus vecinos. El día en el que se reúnen para compartir una jornada de fiesta en la que se logran unir a vecinos y familiares de las 18 casas que componen el pueblo, además de los pueblos cercanos de Quintaniella y Ansarás con los que comparten la celebración de la Soledad.

El miércoles comenzaron con los preparativos en la plaza del pueblo para montar la carpa, que esperan que acoja en torno a unas 600 personas, cifra que alcanzaron el año pasado en el reparto del bollo. Los preparativos se vieron afectados el jueves por la nieve que a primeras horas sorprendió a los vecinos, dejando un fino manto blanco en la localidad.

Los encargados de organizar la fiesta son los miembros de la comisión "La Parroquiana", ocho jóvenes de los tres pueblos participantes en la celebración que fueron los encargados de recuperar la tradición de festejar la Soledad en 2014, después de 10 años sin fiesta.

"Decidimos volver a juntarnos un grupo de chavales para organizar un evento que tiene el objetivo de juntar a la familia y a los amigos durante un día", explica Francisco Pérez, de la comisión.

La fiesta estuvo siempre muy arraigada, no solo en los pueblos que la organizan, sino también para los alrededores y en la propia villa, que tenían la capilla de Santullano como un punto de peregrinación tras la Semana Santa. "Siempre existió mucha devoción por venir a la capilla de la Soledad el lunes después de Pascua; de hecho, se enfadaron cuando cambiamos la fecha de la fiesta para el sábado", explican.

En Santullano también hubo tradición de otras fiestas que ahora se mantienen tan solo en el recuerdo, puesto que los vecinos no han sido capaces de recuperarlas con éxito. Manolita Martínez recuerda de su juventud la fiesta de las Flores que se celebraba en mayo y en la que las mujeres acudían a cantar a la iglesia, "pero que se perdió hace mucho tiempo", recalca. Luego desapareció la fiesta de El Sacramento, que se festejaba en junio, y que llamaba la atención por su colorida procesión. "Me acuerdo de que, cuando pasaba la procesión, desde las casas se lanzaban flores", rememora Martínez.

Hoy la cita en Santullano comenzará con misa a las 13.00 horas, seguida de carrera de cintas a caballo a las 17.00 horas y, por la noche, reparto del bollo y verbena.

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