La feria ganadera de Santa Ana volvió a demostrar, pese a la niebla que quiso empañar la jornada, un gran poder de convocatoria, reuniendo en el alto de La Garganta a un buen número de vecinos del occidente de Asturias y de la vecina Galicia. "Creo que la feria está resultando un éxito, hay, con diferencia, más puestos que otros años y un montón de gente", reconocía, a mediodía, el alcalde de Villanueva de Oscos, José Antonio González.

En la convocatoria participaron más de medio centenar de puestos de venta de productos de agroalimentación, artesanía y textil, y alrededor de doscientas cabezas de ganado. "Igual no hay cantidad como otros años, pero hay calidad", expresó el grandalés Fermín Mesa, ganadero retirado que no se pierde la convocatoria. Ayer departía junto a dos vecinos de Negueira de Muñiz, asiduos visitantes a esta popular feria. "Venimos a mirar", confesaban entre bromas.

Francisco López se desplazó desde Llanes para vender quesos y campanas para el ganado. A su juicio, el madrugón (salió de casa a las cinco de la mañana para instalarse en La Garganta en torno a las ocho) merece la pena: "Es una feria en la que se vende bastante bien". Otro asiduo de la cita es el lucense José Luis Jacob, que tiene un puesto de venta de embutidos. Asegura que es obligado acudir a La Garganta, aunque estima que al coincidir la celebración en martes quizás haya menos gente que en convocatorias pasadas.

La consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, y el director de Montes, José Antonio Ferrera, también asistieron a la cita y aprovecharon para visitar el monte público de La Bobia, donde el Principado va a cerrar perimetralmente la superficie para facilitar el manejo del ganado a los veinte ganaderos adjudicatarios del aprovechamiento del terreno. La actuación ya está adjudicada y se acometerá este año. Ferrera no descarta nuevas mejoras en este monte de más de 200 hectáreas.