El Ayuntamiento de Navia contempla para este año la instalación de dos nuevas cámaras de seguridad en la villa (pasará de nueve a once) y espera poner en marcha en 2017 un plan de renovación y ampliación de los dispositivos, que se coordinará con la Guardia Civil y la Policía Municipal. El edil de Seguridad Ciudadana, Marino Fernández, asegura que las cámaras están dando muy buenos resultados y han contribuido a identificar a los autores de diferentes delitos registrados en la localidad.
"La experiencia ha resultado muy positiva y está dando muy buenos resultados, primero por el efecto disuasorio y segundo porque ayuda a dar con los autores de los delitos", precisa Fernández, que confirma que los dos nuevos dispositivos se colocarán el próximo mes de septiembre, coincidiendo con la renovación documental que se realiza cada año de las cámaras instaladas.
Aunque el edil explica que esta mejora de la seguridad ya estaba en los planes del gobierno local, lo cierto es que se ha registrado un leve repunte de la tasa de criminalidad (infracciones penales por cada 1.000 habitantes). Según consta en los datos facilitados por la Delegación de Gobierno, el concejo de Navia pasó de una tasa del 13,79 en 2014 a una del 15,05 el año pasado. "No es grave, pero hay un repunte y queremos trabajar para frenar ese aumento", dice Fernández.
Pese al repunte del último año, los datos de criminalidad han mejorado sustancialmente en Navia en los últimos años. No en vano, en el año 2013 la tasa se situó en el 17,15, más de dos puntos por encima del índice del último año. Con todo, el concejo naviego está 28 puntos por debajo de la media nacional (se sitúa en el 47,3) y 10 puntos por debajo de la asturiana, que está en el 25,7.
Las primeras cámaras de videovigilancia se instalaron en la villa en el año 2011 y desde entonces se han ido incorporando dispositivos hasta llegar a los nueve que la villa suma en la actualidad y que dan cobertura a la zona de los Jardinillos, el entorno del Ayuntamiento de Navia, la Avenida de Galicia y la zona del Ribazo. De cara a 2017 el gobierno local quiere trabajar con los agentes de seguridad para determinar cuáles son los puntos susceptibles de mejora y cómo se podría mejorar el sistema. La idea es renovar algunos de los dispositivos, ya que la tecnología ha mejorado estos años y se puede disponer de aparatos con más prestaciones en aspectos como la definición de la imagen o la posibilidad de mayor zoom.
El objetivo, precisa Fernández, es acabar con los puntos muertos y lograr una mejor coordinación entre las cámaras para disponer de un seguimiento mejor en caso de necesitar localizar a un posible infractor. "Con la experiencia que tenemos la idea es determinar dónde hacen falta más y de qué manera hay que instalarlas para hacer un mejor seguimiento en caso de delito", precisa Fernández.
El edil de Seguridad señala que no está claro qué numero de cámaras se van a sustituir pero, en todo caso, los dispositivos antiguos no se desecharán, sino que se colocarán en zonas menos conflictivas. De este modo se ampliará la zona videovigilada de la villa. Aún no está claro el número de cámaras que se instalará finalmente y por tanto no hay un presupuesto, aunque Fernández indica que no se trata de una inversión demasiado elevada.
