La familia marinera de Luarca vivió ayer su día grande del año, en el que se honra a Nuestra Señora del Rosario y se realiza una ofrenda por los fallecidos en la mar. Multitudinaria como pocas, esta ceremonia contó ayer con todos los alicientes: buen tiempo, mucha devoción y un mar en calma que permitió a un buen número de embarcaciones acompañar al "Mundaka" en el tradicional "saleo" por la costa valdesana.

Desde la iglesia parroquial partió la imagen en procesión, precedida por una corona de flores dedicada a los marinos que dieron su vida en alta mar. Flor Pérez, hija y hermana de marinero, respectivamente, fue una de sus portadoras. "Es un orgullo. Llevo muchos años llevándola. Este día es muy especial para nosotros. Esta Virgen es la más guapa de todas", afirma.

El público se agolpó en la parte final del muelle y aplaudió a rabiar cuando la talla, a hombros de los profesionales del mar, se embarcó en el navío que la llevaría al "saleo". Mar adentro, desde este mismo barco, se tirarían un ramo y una corona de flores al agua. "Es una fiesta muy especial. Es la patrona de los marineros, aunque también tengan la Virgen del Carmen y la Virgen de la Blanca. Cuando la Virgen embarca es el momento más guapo", apuntaba la luarquesa Ana López.