Un millar de personas se dieron cita ayer en la alameda de Porcía. Tocaba celebrar las bodas de plata, el vigésimo quinto aniversario del encuentro de mayores de los concejos de El Franco y Tapia. Desde que los invitados llegaron a la alameda se desataron la diversión y las ganas de pasar un agradable y relajado día entre amigos, disfrutando del lugar y de la compañía.

En total, el personal municipal de los dos ayuntamientos repartió unas ochocientas bolsas de comida, una cifra similar a la de años anteriores.

En esta ocasión, los presentes recordaron y echaron en falta al sacerdote José María Bedia, "Motorín", fallecido este verano, que llevaba desde el comienzo de esta celebración oficiando la misa y participando de forma activa en su desarrollo.

Además de la comida de hermandad y los bailes, los presentes pudieron disfrutar de una representación teatral, así como de diversos sorteos de regalos.