El alcalde de Cudillero, Ignacio Escribano, empieza el curso político atareado. Reconoce que no puede responder en el tiempo que le gustaría a los expedientes que se han ido acumulando. "Aquí antes (durante los anteriores mandatos en los que gobernó el PSOE) no se recibía a la gente; no me explico cómo puede haber expedientes abiertos de hace una década", se queja. Este madrileño nieto del que fuera jefe de la Casa del Rey durante más de 20 años, el asturiano Sabino Fernández Campo, es un enamorado de Cudillero desde 1990, cuando empezó a veranear en la villa pixueta. Con él, el PP conquistó la Alcaldía en un feudo histórico de los socialistas. Gobierna en minoría.
-¿Cómo empieza el curso?
-Con mucho trabajo. En este Ayuntamiento los días son muy intensos porque en los últimos años de gobierno socialista no se hizo literalmente nada. No paramos. También estoy preocupado. No entiendo qué ocurre a nivel nacional. Ni uno se va ni otro deja gobernar. Es vergonzoso. Y en esto nos jugamos muchos los ayuntamientos. Algunas inversiones dependen de la administración regional que, a su vez, está condicionada por lo que sucede en Madrid. No entiendo a los políticos que actúan así, comprometiendo lo de otros. Estamos aquí para ayudar a los ciudadanos, no para complicarles la vida.
-¿Qué aspiraciones tiene su gobierno?
-Queremos reducir la deuda. Nuestra intención es devolver al Ayuntamiento la salud económica que debe tener. Será un proceso largo, pero no imposible. Estamos haciendo un gran esfuerzo y fomentando el ahorro en gastos que consideramos innecesarios. Hemos reducido a cero la partida que antes se dedicaba a protocolo y este alcalde no cobra dietas. Todo lo que gasto por hacer mi trabajo sale del sueldo que tengo asignado.
-¿Se siente apoyado por los ciudadanos?
-Aquí recibimos a todos los vecinos por igual, al margen de su tendencia política, algo que no pasaba antes. Aún así pido disculpas si no puede atender o solucionar en tiempo y forma algún expediente o alguna queja. Tenemos muchísimo trabajo acumulado. Nuestra intención es dar salida a todos los requerimientos, problemas y licencias, pero necesitamos más tiempo. Desde aquí quiero hacer un llamamiento de calma a los vecinos: siempre que podamos ofreceremos una solución, para eso hay un gobierno en Cudillero.
-Gobierna en minoría y se hizo con el bastón de mando gracias al apoyo de Foro Asturias y Vecinos por Cudillero. ¿Qué le parece la postura de los concejales de la Corporación en lo que va de mandato?
-En el plano personal tengo buena relación con todos los compañeros de la Corporación. En el plano político, no me gusta lo que hace Somos Cuideiru. Su única concejala se atribuye méritos que son de ella. Uno de ellos fue la obra que realizamos en el colegio de Soto de Luiña. No es cierto que se hiciera por exigencia de Somos. Esta partida ya estaba prevista en el montante general dedicado a obras, pero por insistencia de la concejala se le dio un epígrafe en solitario. Tampoco me gusta la oposición que hace el PSOE, porque no lo que se puede es mentir. No estamos aquí para eso. Podemos tener puntos de vista diferentes sobre las cosas, pero no podemos decir mentiras. El PSOE a veces habla de delitos sin pruebas. Es un terreno peligroso.
-Es usted abogado de profesión. En su día dijo que daría cuenta a la autoridad judicial competente de posibles anomalías en la gestión de sus predecesores. ¿Hay avances?
-Si se hizo algo al margen de la ley, desde luego que lo pondré en conocimiento de Fiscalía. De momento, la documentación económica que hemos revisado está en manos del Tribunal de Cuentas y esperamos una contestación. En todo caso, nos aplicamos esta máxima de que la cosa pública debe respetarse al máximo. En este sentido, no apuntamos a un partido en particular, sino a todos los que estamos aquí. Buscaremos todo tipo de responsabilidades, vengan de donde vengan.
-Ha hecho un llamamiento para que las empresas se asienten en este concejo. ¿Cómo ve el futuro de Cudillero?
-Necesitamos crear tejido empresarial. Este Ayuntamiento tiene las puertas abiertas para todo tipo de proyectos. Podemos asesorar, podemos ayudar y estamos dispuestos a escuchar. Creo que Cudillero puede ser un lugar idóneo para muchos tipos de actividades. El sector turístico es importante, pero ya está consolidado. Lo que queremos es crecer.
-¿Se siente arropado por el Principado para llevar a cabo los proyectos que le gustaría?
-No siempre. Occidente es el gran olvidado. Creo que se podía hacer más por poner en valor esta zona de Asturias tan rica en todo. Además, es habitual que pasando el Negrón todo el mundo habla de Asturias con unidad. Pero llegas aquí y la cosa cambia. Cada municipio mira para lo suyo. Deberíamos hacer más piña y apostar por Asturias como unidad. Si algo es bueno para Valdés o para Cudillero, es bueno para Asturias.
-La Consejera de Fomento culpó al Ayuntamiento de no tener hecho el acceso alternativo a la playa de la Concha de Artedo. ¿Qué opina?
-Tendré que sentarme con la secretaria municipal para saber en qué estamos fallando o qué debemos hacer. En todo caso, el Ayuntamiento ha hecho todo lo que ha podido por solucionar este problema. Es cierto que la inversión del Principado y, por tanto, la obra, no llegó, pero se habilitó un acceso alternativo para dar servicios a las casas afectadas.
-Empezó en política en 2015 y se convirtió en Alcalde de Cudillero. ¿Está a gusto?
-Volveré a presentarme como candidato a la Alcaldía en 2019, pero no más veces. Quiero retomar mi carrera de abogado. Soy de los que pienso que una persona no se puede eternizar en un cargo público.
