La campaña del percebe empezó ayer con buen pie. El precio máximo del kilo alcanzó en la primera subasta de la Cofradía de Pescadores Nuestra Señora de la Atalaya de Puerto de Vega 116 euros. Se vendieron 670 kilos del preciado crustáceo en poco más de una hora. Lo mínimo que se pagó por un kilo de percebe fueron 16 euros. En la Cofradía Nuestra Señora del Rosario de Luarca, se subastaron 174,9 kilos por un importe de 7.496,52 euros. Se llegaron a pagar 85,4 euros por un kilo. El valor medio del kilo de percebe alcanzó los 42,86 euros.

La gran parte de los mariscadores se mostró ayer satisfecha con el inicio de la campaña por la calidad del percebe y el buen precio que alcanzó en las subastas. El handicap vuelve a ser el furtivismo. En el primer día de la campaña oficial y con los mariscadores con licencia en las piedras, se detuvo a tres furtivos gallegos con más de 70 kilos de percebe en las piedras La Menor y La Menorina de Cudillero.

El mariscador Toni Méndez, de Puerto de Vega e inscrito en el plan de explotación pixueto, vendió ayer sus seis kilos de cupo en la rula de Puerto de Vega. "Las capturas fueron buenas como casi todos los inicios de campaña, pero hay que ver la evolución", indicó. Los mariscadores tienen siete meses por delante. Las capturas dependen del estado de mar (ayer apenas había marejada y se pudo trabajar bien) y de la cantidad de material que se subaste. También afecta el mercado negro impulsado por los furtivos.

A la Cofradía naviega acudieron ayer diez compradores. Julio César Suárez, de Avilés, señaló: "Podemos decir que ya no hay crisis del percebe", indicó. Ramón Suárez, de Llanes y también comprador, mostró su sorpresa por la calidad del percebe que se subastó en Puerto de Vega. "Si hay buen material, hay buenos precios", destacó.

Efectivamente, los precios son mejores que los del año pasado pese a los furtivos. En el primer día de campaña de 2015 el precio máximo del kilo de percebe alcanzó los 64 euros en Puerto de Vega y los 50 euros en Luarca, cantidades muy inferiores a las de ayer. Algunos mariscadores mostraron su preocupación por el cierre de algunas de las piedras más productivas a partir de enero. Tampoco se fueron del todo satisfechos, no tanto por el precio como por la cantidad, los mariscadores de las zonas libres. "Apenas hay", se quejó Miguel García, de San Juan de la Arena en la lonja de Puerto de Vega.