La confrontación entre Navia y Villayón por los límites de los términos municipales no es un episodio aislado en la comarca. En algunas ocasiones la arbitrariedad de las fronteras o el crecimiento de los núcleos rurales han requerido cambios para mejorar la vida de los vecinos, y en otras las disputas se centran en intereses, sobre todo económicos, entre las diferentes administraciones.
Un ejemplo del primer caso es la localidad de Villarquille, ahora perteneciente en su totalidad a San Martín de Oscos, pero que hasta 2013 tenía parte de sus viviendas en Grandas de Salime. La situación propiciaba que en la localidad hubiera vecinos de ambos concejos, aunque era el de San Martín el que ofrecía todos los servicios. Finalmente, tras un par de años de trámites, y para alegría del vecindario, todo el pueblo pasó a formar parte del municipio de los Oscos.
En una situación similar se desarrolla la vida en la localidad de El Vidural, donde parte de sus habitantes aparecen censados en Navia, aunque deben pagar sus impuestos en Valdés. El núcleo se encuentra en la frontera de estos dos concejos, pero sus habitantes se sienten completamente naviegos. Tanto que en 2012 se creó una comisión promotora para solicitar la alteración municipal de El Vidural, que contó con el respaldo y apoyo del Pleno naviego. A pesar de ello, la situación sigue sin estar resuelta.
Al plano judicial llevó su disputa con A Fonsagrada (Lugo) el Ayuntamiento de Grandas de Salime. En julio del pasado año, el Pleno aprobó interponer un recurso contencioso administrativo contra una orden del Ministerio de Hacienda por la que se aprobaba un nuevo deslinde entre estos dos municipios. La medida, en situación de suspensión cautelar, supondría el cambio de titularidad de seis de los molinos eólicos que forman parte del parque de la sierra del Acebo. Se trata de una disputa con un recorrido de varios años, en la que diferentes informes han dado la razón, sucesivamente, a uno y otro municipio, y del que aún se espera la decisión final.
Una extensión sensiblemente mayor, unas 674 hectáreas de monte y pastos, se disputan en la frontera asturleonesa los municipios de Somiedo y Cabrillanes (León). El proceso, que afecta a terrenos en la zona de Santa María del Puerto, podría modificar los límites entre las dos provincias. Ya son más de quince los años que los municipios llevan luchando en los juzgados por los pastos que van del mojón 1 al 4, desde El Cornón a Fuente l'Obispo, aunque las diferencias se remontan varios siglos atrás en el tiempo. Ahora, una comisión en la que participarán todas las partes deberá decidir por dónde discurre la divisoria.
