El uso de diferentes piedras como amuletos para eliminar el veneno de las picaduras de culebra y los conjuros y salmos mágicos a los que se atribuían propiedades sanadoras son las dos características principales que diferencian la medicina o "melecía" tradicional del concejo de Villayón de la del resto de concejos del entorno. Así lo afirmó ayer Martín de Villar, fisioterapeuta e investigador de esta cultura popular, durante su ponencia dentro de las actividades de la ya tradicional "polavilla", que ayer se celebró en esta localidad.

Martín de Villar destacó a figuras como Pepe de Méxica, un componedor de huesos; Carmina del Estanqueiro, curandera y partera de Oneta, o Herminio de Luis, un caso curioso por los elementos con los que trabajaba. "En él encontramos la única piedra 'estancasangre' en todo el Occidente de Asturias, una piedra que utilizaba para cortar hemorragias", relató el investigador.

A pesar del mal tiempo dominante durante la tarde y la noche, los vecinos y visitantes que recorrieron las calles del pueblo pudieron vivir, por momentos, un regreso al pasado, a las costumbres y oficios que el paso del tiempo ha ido borrando del día a día. Se representó un filandón, hubo presencia de artesanos de la madera y de los cestos, y se ofreció una degustación de manjares como los frixuelos o los embutidos locales. A buen resguardo del agua y del viento, Villayón ahondó en sus profundas raíces.