Cuando Alejandro García Padilla, gobernador del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, se plante hoy frente a una casa blanca, en la plaza de la Constitución de Navia, contemplará el que fue hogar y negocio de sus antepasados naviegos. El edificio, que ahora alberga una perfumería y bazar, tenía a principios del siglo pasado una farmacia en el bajo, la conocida como "botica vieja", que su familia regentó hasta su cierre en 1921. A García Padilla, que visita por primera vez la tierra asturiana donde están sus orígenes, le explicarán que la casa era una de las más reconocidas del pueblo, al situarse frente a la antigua iglesia, de la que ahora solo queda un lejano recuerdo.

Esta historia familiar en Navia comienza con la llegada a la villa del luarqués Eugenio García Menéndez, que se instala como boticario en el centro de la localidad. Su hijo, Luis García Avello, heredó el negocio, que pasó a conocerse como la "botica vieja" al instalarse una nueva farmacia a unos metros de allí. García Avello, tatarabuelo del gobernador puertorriqueño, destaca por ser el autor de la primera fotografía de Navia que se conserva, y que data de 1854.

Uno de sus hijos tomó el camino de la medicina, completando sus estudios en Santiago de Compostela en el año 1878. Se llama Eugenio García Manso, y su inquietud fue tal que le llevó a viajar y a estudiar con los mejores especialistas del país, como el gastropatólogo Moreno Zancudo en Madrid. Se casó con Filomena Cadórniga y García Camba, proveniente de una respetada familia lucense en 1882, y dos años después regresó a Navia como médico titular con plaza en el concejo de Villayón. Era el bisabuelo de Alejandro García Padilla.

"Los hijos varones de Eugenio, los García Cadórniga, toman el camino de la emigración hacia Puerto Rico. Enrique fue el primero en marchar, después lo haría José, con apenas 15 años, y éste, una vez tuvo trabajo allí, llamó a Jesús y a Carlos", explica Juan Maceda, uno de los descendientes de esta familia naviega, y que ha recopilado buena parte de la historia de la estirpe. Carlos, abuelo del ahora gobernador, emigró en 1912, con 23 años.

En las Américas, un destino muy común para los jóvenes de la época que ansiaban hacer fortuna, los cuatro hermanos lograron prosperar, aunque unos en mayor medida que otros. "José en Hato-Rey, integrante de la sociedad 'La Escalduna' (de pastas y panadería) seguramente fue el más afortunado y por ello en todo momento estuvo pendiente de los recursos de su padre Eugenio. Jesús en Ponce trabajó de contable y Carlos (abuelo de Alejandro García Padilla) tuvo un estudio fotográfico en San Juan", relata Juan Maceda. Carlos García se casó en Puerto Rico con Eudivigis Sánchez, a la postre abuela del gobernador, y de este matrimonio nació Luis Gerardo Sánchez, padre del mismo.

De la familia que quedó en España, Juan Maceda explica que Eugenio García Manso vivió unos años en el monasterio de Obona, junto a su hija Luisa. En 1934 regresaría a Navia, "al cuidado su fiel doméstica Emiliana Carvajal y sus sobrinos-confidentes: el dentista Jesús García López-Oliveros y su primo, el médico Antón García López-Oliveros". Eugenio estaba ciego por aquel entonces, y se instaló en la casa de uno de sus hermanos en la calle Campoamor. "Allí acudían diariamente su sobrino Jesús y su hija María Luisa García Fdez-Jardón (que aún vive en Pontevedra) a leerle el periódico u otras lecturas para las que Eugenio estaba imposibilitado", refiere Maceda, que señala que en 1938 falleció, a causa de una neumonía y a los 82 años de edad, el bisabuelo de Alejandro García Padilla.

Recepción del gobernador

Está previsto que García Padilla llegue hoy a Navia a la una de la tarde. En la plaza del Ayuntamiento será recibido por vecinos, autoridades locales, y gaiteros, que interpretarán el himno de Puerto Rico acompañados del tambor. En el edificio consistorial se procederá a dar una bienvenida oficial, con entrega de obsequios y la reproducción de un pequeño vídeo con imágenes antiguas y actuales de Navia y su concejo. Entre los regalos se encuentra un libro que contiene todos los documentos oficiales hallados sobre sus antepasados.

Acto seguido, García Padilla será conducido hasta el edificio que albergó la botica de su familia, en el que se descubrirá una placa como homenaje a todos aquellos que emprendieron el viaje de la emigración. Después se recorrerán algunos lugares de interés de la villa, y se tomará un autobús hasta Puerto de Vega, para una pequeña visita. La jornada rematará con una degustación de gastronomía local.