Taramundi prohibirá la publicidad en los rótulos y el mobiliario exterior de los establecimientos comerciales y hosteleros con el objetivo de mejorar la estética general del concejo cuna del turismo rural en España. Esta prohibición figura en la nueva ordenanza reguladora de la publicidad cuyo borrador acaba de salir a información pública.
"Nos vamos a poner serios e iremos poco a poco a más. Somos un destino turístico importante y debemos mejorar", precisa el Alcalde taramundés, César Villabrille, quien precisa que la norma general que acaba de aprobarse provisionalmente se irá completando y mejorando con nuevas aportaciones como, por ejemplo, los criterios generales que deben reunir los elementos externos de los negocios, tanto en colores como en materiales a emplear.
El gobierno local también estudiará la fórmula para habilitar una línea de subvenciones de cara a ayudar a los empresarios a la hora de cambiar las fachadas que no cumplan con la norma.
En materia de publicidad y rotulación también se prohibirá el reparto por las calles de pasquines. En este sentido, estará prohibido una práctica como la de colocar folletos en los parabrisas de los vehículos estacionados por el concejo. El regidor explica que en este sentido van a ser exigentes y su idea es habilitar tres o cuatro puntos para la colocación de cartelería y prohibirla en el resto de espacios públicos.
Además, se ha aprobado una segunda ordenanza reguladora de la protección medioambiental del concejo en la que figuran aspectos como la necesidad de mantener en perfecto estado las fincas y solares del concejo. Villabrille explica que su idea es también exigir el acondicionamiento de los inmuebles, pero de momento no se incluye en la ordenanza a la espera de lograr la aprobación de un Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU). De no lograr este plan, exigirán a los propietarios que tomen medidas para acabar con edificaciones en mal estado.
Asimismo, precisa Villabrille el concejo va a castigar los comportamientos incívicos de los dueños de mascotas con el fin de lograr que recojan los excrementos de la vía pública y que circulen con los animales atados. En este sentido, añade, las personas que no recojan los excrementos se enfrentarán a sanciones que van desde los 80 a los 180 euros.
Estas dos nuevas normas se incluyen en una revisión integral de las ordenanzas, tasas y precios públicos del consistorio que acaba de promover el gobierno local. En cuanto a las tasas, se han modificado los costes de algunos servicios como el de la báscula municipal, que pasa de 1,50 euros por animal a 2 euros, y la entrada a la piscina municipal (pasa de 1,50 a 2 euros). Por contra, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) bajará el año que viene, pasando de 0,86 a 0,80.
