"Mi niño tarda en hablar? ¿Me preocupo?" es el título de la campaña de detección del trastorno persistente del lenguaje (TEL) que promueve la asociación de logopedas del Principado de Asturias (ALPA) y que mañana llega a Cangas del Narcea. A las 11.30 horas, en la Casa de Cultura se iniciará una ponencia con varios profesionales en la mesa que expondrán la importancia de prestar atención a los niños que llegados a los dos años no han empezado a comunicarse verbalmente.

Laura Martínez, logopeda de la Unidad de Atención Infantil Temprana del área sanitaria II, es una de las ponentes y asegura que la tardanza en iniciarse a hablar es "un signo de alerta" , aunque explica que "no todos los niños que empiezan tarde a hablar van a tener un trastorno del lenguaje, pero sí todos los trastornos empiezan por hablar tarde".

Por este motivo, destaca la importancia de esta campaña de sensibilización con la que se pretende romper con la banalización que realiza la sociedad hacia este problema. "Generalmente es un tema al que la sociedad resta importancia, es habitual escuchar 'ya hablará' o 'este niño es vago para hablar, no pasa nada', hay cierta tolerancia cultural", explica Martínez.

Según los datos con los que trabajan los logopedas, un niño que a los 24 meses no tiene un mínimo de 50 palabras en su vocabulario y no se inicia en su combinación debería pasar por un servicio especializado como es el de la Unidad de Atención Infantil Temprana donde se realiza un seguimiento de la evolución lingüística del menor.

De no ser así, un problema específico del habla puede convertirse en dificultades a nivel de conducta y emocionales en el futuro. "La expresión ineficaz provoca problemas de comportamiento y también para relacionarse tanto con iguales como con adultos", apunta Martínez. Además, se considera que influye negativamente en el aprendizaje de la lectoescritura y de contenidos escolares en general.

Por estos motivos, los expertos consideran esencial que se acerque el máximo de información a la sociedad en general y, en particular, a pediatras, educadores, maestros y familias, a quienes se dirige la charla.