Los escolares de los colegios rurales agrupados (CRA) Río Cibea y Santana, de Cangas del Narcea, han vuelto a las aulas después de su viaje a Londres de la semana pasada, que se vio interrumpido por el atentado en los alrededores del Palacio de Westminster, hogar del Parlamento británico. Ayer regresaron a clase los alumnos del CRA Río Cibea, que llegaban con muchas historias para compartir con sus compañeros y profesores.

Del aula de Carballo fueron cuatro de los 13 alumnos que participaron en la excursión. Volvían fascinados por la experiencia y con ganas de repetirla.

"Para nosotros fue la primera vez que montábamos en avión y estábamos nerviosos, pero nos gustó y queremos repetir", explica María Rodríguez, que de todo el viaje se queda con la visita al Buckingham Palace. Sus compañeros Aitor Menéndez, Bayron y Dylam Fernández también disfrutaron el viaje y destacan su visita a la tienda de M&M's.

También les causó impacto "verlos conducir por la izquierda, la seguridad que hay con policías por todas partes, algunos con metralletas, y pasando a caballo", apuntaron.

No obstante, se han vuelto con la espinita de no haber podido subir al London Eye, la noria de Londres, acercarse al Big Ben ni ir al centro comercial Harrod's. "Tres de las cosas del viaje que más iban a molar y nos las perdimos", lamenta Aitor Menéndez. La visita a estos lugares sería su final de estancia en Londres, prevista para el miércoles por la tarde y el jueves, pero el atentado cambió todos los planes y les hizo regresar un día antes.

"No nos asustamos por el atentado porque estábamos en el musical de 'Matilda' y no nos enteramos hasta llegar al hotel y poner la televisión", apunta Rodríguez, que confiesa que en un primer momento no se lo creía.

Tras el musical, la excursión canguesa decidió llegar andando hasta el hotel en Russell Square y evitar el metro, así como cancelar la visita prevista a los almacenes Harrod´s, lugares donde se suelen junta multitudes. Los profesores y padres que iban en la excursión decidieron entonces que lo mejor sería regresar a casa. "El centro de la ciudad estaba lleno de coches de emergencia, prensa y policía, y era algo que los niños no necesitaban ver, porque nuestra intención era que volviesen a casa con un buen recuerdo de la experiencia y quieran repetir", explica Mariano Díaz, uno de los profesores acompañantes.

La salida se enmarca dentro de un proyecto que lleva a cabo el centro escolar para reforzar el aprendizaje del inglés y dar la oportunidad a los escolares de subir en avión y conocer una gran ciudad.