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"Blanquito" revoluciona Almoño

"No pastará fuera, le afecta mucho el sol", asegura José Luis Fernández del xato albino nacido en su ganadería allandesa

José Luis Fernández, con "Blanquito" en brazos y la ternera "Vaquera" al lado. D. ÁLVAREZ

"Blanquito" es el nombre que le ha dado el ganadero José Luis Fernández al primer ternero albino que ha nacido en su ganadería. Su pelaje blanco, sus ojos azules y el rosáceo pálido de su hocico y lengua hacen que "Blanquito" destaque en la cuadra de la ganadería El Caseiro de Almoño, en Allande, entre casi una treintena de reses de producción de carne cuyos colores van del marrón claro hasta rozar, en algunos casos, el negro.

"Cuando vi que asomaba las patas para nacer pensé que sería una cría de color claro, como lo era su bisabuela, pero al verle los ojos y el hocico me di cuenta de que nada tenía que ver con ella, que se trataba de un xatín albino", explica José Luis Fernández.

Como en los humanos, en los animales también se puede producir el trastorno genético que causa el albinismo, es decir, la ausencia de pigmentación en la piel, el pelo y los ojos. Y aunque no es muy común, Fernández ya conoció otro ternero albino en la ganadería de un pueblo cercano, Iboyo, hace unos seis años, y alrededor del mundo hay casos famosos como fue el gorila albino "Copito de Nieve" que vivió en el zoo de Barcelona hasta 2003.

"Blanquito" es hijo de "Piruleta", una vaca de seis años que es la tataranieta de una res comprada por el padre de José Luis Fernández hace 40 años y de "Castaño", el semental de la ganadería que tiene nueve años, de los que la mayoría los ha pasado en Almoño, sin que hasta ahora se diese el nacimiento de una cría albina.

El problema de la falta de pigmentación hace que tanto las personas como los animales albinos sean especialmente sensibles al sol. Ante esta peculiaridad, el ganadero allandés tiene claro cuáles son los cuidados que debe prestar al nuevo integrante de la cuadra para que no padezca molestias en los ojos, problemas de visión y quemaduras en la piel. "Está creciendo como el resto de xatos, pero no lo sacaré a pastar porque sé que les afecta mucho el sol", apunta Fernández. No obstante, en la cuadra "Blanquito" podrá disfrutar también del aire libre porque tiene acceso a un corral externo a la sombra, un espacio ideal para su condición.

Como el resto de terneros de la ganadería El Caseiro, "Blanquito" se criará y alimentará en la explotación hasta que cumpla la edad de poder ser vendido para la producción de carne.

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