La escuela pública de Educación Infantil de Belmonte, que todos llamaban la "escuelina", lleva desde finales de curso el nombre de María Jesús Fernández Corrales, una maestra nacida en Pravia y que reside en Salinas (Castrillón) desde hace casi 45 años. La docente se jubiló hace apenas 20 días, después de pasar sus últimos 13 años de docente en el centro. "Estoy muy emocionada. Sólo tengo agradecimientos, todos me acogieron muy bien y nunca tuve problemas", afirma.
Los belmontinos sorprendieron a Fernández con una fiesta de despedida el pasado mes de junio, pero lo que no se imaginaba la maestra era que el regalo de jubilación era que la propondrían para dar nombre a la escuela donde trabajó. "La comunidad escolar llevó la propuesta al Ayuntamiento. La alcaldesa, Rosa Rodríguez, la llevó a su vez al Pleno y fue aprobada por unanimidad. Después fue la Consejería de Educación la que autorizó la denominación", explica. La escuelina hasta entonces no tenía nombre. "En los últimos años que estuve allí ya decían: 'los niños van a la escuelina de María Jesús'", indica la docente.
En los trece años que la maestra pasó en Belmonte dio clase a casi 200 niños de entre 3 y 5 años. "Algunos ya están a las puertas de la Universidad y el día del homenaje me regalaron un vídeo que me emocionó mucho, como todo el homenaje, que no me esperaba, y lo digo de verdad", relata. Durante toda la conversación, Fernández Corrales incide en el buen recuerdo que tiene de los años que enseñó en el concejo del Suroccidente: "Fueron unos años guapos, nunca tuve problemas con nadie ni me cuestionó nadie pese a la responsabilidad que supone dar clase a niños pequeños. La escuela rural tiene sus inconvenientes, pero sobre todo ventajas. Las familias se implican mucho porque mezclamos la calle con la escuela".
Sola por los recortes
"Llegué a Belmonte hace 13 años, entonces éramos dos profesoras y luego con los recortes me quedé sola. Siempre me encontré muy bien. Me gustó la escuela pública rural y las familias también agradecieron que me quedara tantos años porque son plazas con mucha movilidad de profesores", señala Fernández.
Durante el homenaje que le rindieron los belmontinos por su jubilación, la profesora se acordó mucho de su madre. "Siempre estaba orgullosa de tener una hija maestra", cuenta. La docente nació en Peñaullán y estudió en el colegio Santo Ángel de Pravia. "Allí, después del Bachillerato elemental se podía hacer Magisterio. Los últimos años los pasé interna en el Santo Ángel de Gijón y, como era preceptivo, hice el examen de convalidación de los estudios en la Escuela de Magisterio de Oviedo", relata.
Con 19 años, María Jesús Fernández llegó a Salinas para dar clase en el colegio Estilo y se quedó para siempre en la localidad. "Estuve más de una década en ese centro educativo, en la enseñanza privada. Luego pasé a la concertada. Tuve un parón de unos años para cuidar a mis hijos cuando eran pequeños y después hice las oposiciones", relata. En la enseñanza pública, la profesora estuvo en colegios de media Asturias: Oviedo, Avilés, Ibias, Mieres, Quirós, Navia, Cangas del Narcea, Pravia y Belmonte.
"Nunca me arrepentí de estudiar Magisterio, fue mi vocación y disfruté con mi trabajo en el que nunca tuve problemas. Lo que no sé es cómo llevará ahora la jubilación", comenta.
