Aunque natural de Extremadura y afincado en Luarca, donde tiene su estudio, el arquitecto Félix Gordillo está estrechamente ligado a la comarca Oscos-Eo, donde ha firmado algunas de las obras más singulares ejecutadas en los últimos treinta años y donde participó activamente en el desarrollo del turismo rural. Acaba de publicar el libro "Teoría de las sensaciones", en el que no sólo analiza el nacimiento del turismo rural en Taramundi con la apertura de La Rectoral, sino que plantea una vuelta de tuerca para la oferta turística, donde los alojamientos deben jugar un papel clave. La "Teoría de las sensaciones" no es sólo un concepto teórico, sino que lo ha llevado a la práctica en el alojamiento Refugio de Oscos que regenta en Martul (Villanueva de Oscos).
- ¿Qué es lo que propone?
-El concepto de lo que es un alojamiento de turismo rural no ha cambiado desde hace treinta años. La gente busca un sitio donde dormir y para de contar. El turista elige el destino y después busca el alojamiento, y no al revés, y aquí nace la teoría. Planteo que el alojamiento deje de ser un servicio para convertirse en un destino en sí mismo, subirlo de nivel. El alojamiento como destino permitiría, además, romper la estacionalidad, ya que puedes hacer actividades dentro en cualquier momento e independientemente del tiempo. De hecho, en mi establecimiento la máxima ocupación no es en verano.
- ¿Y cómo se hace?
-Creo que ya no vale una habitación. Hay que salir del concepto de vivienda tradicional, que no está pensada para el turismo. Hay que añadir elementos como el fuego, el agua, el tratamiento de la cocina y disponerlos de manera que sumen sinergias y sensaciones. Hay que fomentar el bienestar, la autorrealización personal y la autoestima. Tú puedes conocer un paisaje, pero cuando lo sientes es realmente cuando lo vives. Puedes conocer el fuego, pero cuando lo oyes chisporrotear mientras descansas con una copa de vino es diferente... Son las sensaciones que deben proponer este tipo de alojamientos. Sería como un nido para curarse del estrés y del mundo.
- ¿A qué turista se dirige?
-No hay ninguno especial, lo que propongo es fomentar las relaciones humanas. Todos los alojamientos están montados en el concepto de vivienda, cuyos espacios son cada vez más pequeños. Las viviendas actuales no dejan espacio para las relaciones íntimas, por eso prescindo de las puertas y planteo espacios totalmente abiertos como lugar idóneo para las relaciones personales. Cada vez que pones una puerta rompes una relación.
- ¿Es un modelo extensible?
-Es para quien quiera dar un salto cualitativo. Evolucionar o morir, es ley de vida, aunque puede haber sitio para todos.
- ¿Cómo ve la oferta de los alojamientos de Oscos-Eo?
-La mayoría de los alojamientos responden al modelo típico, no han evolucionado, lo que no quiere decir que tengan más o menos calidad. Así como la comarca ha evolucionado en servicios, carreteras y en recursos como las rutas de senderismo, la evolución de los alojamientos está estancada. El ejemplo máximo es nuestro buque insignia, La Rectoral.
- Participó activamente en su creación y ahora también se va a ocupar del nuevo proyecto de reforma...
-El proyecto inicial no fue mío pero entré a trabajar en él. La Rectoral tiene idoneidad para seguir la teoría de las sensaciones y, si de mi dependiera, la aplicaría. Las obras que se plantean van a ir en ese sentido. Para que un equipamiento funcione no sólo debe de haber un buen gestor, sino también una renovación, ya que treinta años es mucho tiempo. La Rectoral es un símbolo, un lema, ojalá pueda empezar un nuevo camino que la vuelva a convertir en referente.
- ¿Qué problemas le ve a la comarca Oscos-Eo?
-El concepto de comarca ha fallado, en la primera época sí que se aplicó, ahora no y cada uno tira para su concejo. Se vende como comarca, pero se organiza por municipios, y eso se ve en aspectos como la organización de eventos, cuando te das cuentas de que coinciden dos actividades de dos concejos el mismo día. Son cosas que parecen lógicas. En cuanto al turismo, hay que tener en cuenta que el turismo rural no tiene que ser una industria hotelera, sino algo que fije población en el territorio. Nació así, pero después la gente encontró más beneficio en el turismo que en trabajar en el entorno rural. Es más sencillo vivir en Vegadeo que quedarse en los Oscos.
- ¿Qué debería hacer, en su opinión, Oscos-Eo para diferenciar su oferta?
-Apostar por cosas nuevas, lo que hicieron al principio.
- Y en materia arquitectónica... ¿qué nota le pone a la comarca?
-Un diez con el corazón. Es una maldad esa pregunta porque, aunque nací en Extremadura, parte de mi corazón está aquí. Diré que Taramundi es un ejemplo, y también San Tirso de Abres, porque tienen vigente la normativa de la piedra, a la que renunciaron los tres Oscos. Esta normativa busca mantener las edificaciones en piedra.
- ¿De qué obras de Oscos-Eo está más orgullo?
-Estoy orgulloso de que me vinculen con la comarca. En cuanto a obras, la que más trascendencia ha tenido es el recinto ferial de Vegadeo, también la Casa de Cultura con su auditorio.
- En Luarca está trayendo cola el proyecto de reforma de la plaza. Usted dejó la dirección de la obra por desacuerdos con el gobierno local. ¿Qué opina del resultado?
-Le he enviado una carta al alcalde de Valdés, Simón Guardado, en la que le digo que repudio la actuación. No entiendo lo que ha pasado porque no hay justificación. Esa reforma, de la que tuve que hacer seis proyectos, es fruto de un concurso, es decir de una idea suya. No espero que respeten mis ideas cuando no respetan las suyas. Estoy ofendido porque hubieran podido hacer lo mismo sin reírse de nadie. Resistí hasta el final, hasta que adjudicaron una obra y construyeron otra. Han hecho una plaza sin estética, que está peor que estaba, y además tiene muchos errores, y eso lo pagarán.
