Más de medio centenar de solicitudes de ayuda para paliar los daños causados por la granizada del pasado 26 de agosto se han recogido en los ayuntamientos de Cangas del Narcea e Ibias, dos días antes de que finalice el plazo para su presentación. Perjuicios en huertas, viñedos, frutales, forraje, vehículos y casas son las principales reclamaciones derivadas de los efectos de las grandes bolas de granizo que cayeron con fuerza en la zona. La granizada duró apenas unos minutos, pero fue suficiente para que arrasara con todo a su a paso. Por ahora, la recogida de solicitudes tan solo servirá para realizar una estimación de los efectos que ha tenido la granizada en cada municipio, llevar a cabo una valoración económica de los daños y estudiar las posibles ayudas.

La mayor parte de las solicitudes registradas en Cangas del Narcea hace referencia a destrozos en vehículos, con abollones y rotura de lunas, seguidos por los desperfectos causados en edificios, especialmente en los tejados, las persianas y los canalones. En cuanto a los daños producidos en huertas, solo ha llegado al Ayuntamiento una pequeña proporción, un dos por ciento.

En cambio, en Ibias se está recibiendo en mayor medida la declaración de daños en huertos, invernaderos, viñedos, frutales, plantaciones de maíz y el forraje ensilado, además de las roturas de cristales en vehículos y viviendas, abollones y el destrozo de canalones.

Al alcalde de Cangas del Narcea, José Víctor Rodríguez, estos datos le hacen pensar que no se producirá la declaración de zona catastrófica, puesto que "no se van a cumplir los requisitos mínimos para que el Consejo de Ministros del Gobierno central así lo considere", señala.

No obstante, Rodríguez asegura que esta situación no descarta que puedan llegar otro tipo de ayudas para paliar los efectos de la granizada. "Entendemos que la declaración de zona catastrófica es una excepcionalidad muy grande, pero lo que reivindicamos los concejos del Suroccidente es que se puedan establecer ayudas o bonificaciones cuyas líneas se tendrán que definir en la próxima reunión con Delegación de Gobierno", matiza el primer edil cangués.

De este modo, se está pensando en que los agricultores y ganaderos afectados dispongan de algún tipo de exención tributaria o bonificación a la hora de presentar sus cuentas. Además, el regidor considera que "son bonificaciones que se pueden establecer de manera territorial, y no individual". Con respecto a los daños ocasionados en vehículos, se cree que recibir ayudas será más complicado, y para los edificios se estudia que sea el propio Ayuntamiento cangués el que ofrezca rebajas en la solicitud de la licencia para la reparación de los inmuebles. "El año pasado bonificábamos las licencias de obra que tuvieran que pedirse a causa de la granizada y habíamos establecido una línea de subvención de 30.000 euros que finalmente no se abrió al carecer de peticiones, pero nos planteamos recuperarlo este año si fuera necesario".

Silvia Méndez, alcaldesa de Ibias, considera que no se puede descartar la solicitud de la declaración de zona catastrófica, aunque coincide con su homólogo cangués en que es una campaña difícil, al no alcanzarse los mínimos establecidos. Independientemente a ello, espera que se puedan crear ayudas excepcionales para mitigar los daños y, entre ellas, apunta que el Ministerio de Hacienda "realice bonificaciones en el impuesto del IRPF o, incluso, que se establezca algún tipo de bonificación en la cuota de la Seguridad Social de agricultores y ganaderos".

Añade que en Ibias los desperfectos ocasionados por la tormenta fueron cuantiosos en zonas importantes como los viñedos, "una actividad por la que están apostando los jóvenes, y los daños sufridos han sido un gran revés".