Los vecinos de la zona alta de Tapia, y los usuarios de la vía que la comunica con la costa, la TC-5, critican que no se hayan tenido en cuenta sus sugerencias y peticiones a la hora de reparar esta carretera. La obra, que contaba con un presupuesto de 500.000 euros, se adjudicó con una rebaja de 128.000 euros y, según señalan los lugareños, no se ejecutarán una serie de mejoras que habían consensuado con el Principado, impulsor de la reforma.

Demandan que se construyan cunetas de hormigón en todo el tramo, y que se eliminen algunas curvas que resultan peligrosas para la circulación. También reclaman que se ensanche la carretera porque en algunos puntos "no se cruzan dos vehículos". De hecho, los vecinos de algunas localidades ya han cedido los terrenos para que se acometan estas mejoras.

"Es una carretera que da servicio a varios pueblos de Tapia y Castropol, con ganaderías de leche y de carne, almacenes de piensos, transportes escolares, alojamientos rurales y empresas de todo tipo", apuntan los vecinos, que consideran que "se puede mejorar con las máquinas actuales lo que se hizo hace ochenta años a mano".