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La regulación para recoger setas debe ser regional, advierten los alcaldes

Los regidores y aficionados ven bien el control que ha impulsado Pesoz, pero consideran que los municipios carecen de recursos para esta tarea

Aficionados del grupo de montaña de Tapia, en busca de setas, en una imagen de archivo. REPRODUCCIÓN DE T. C.

Establecer una regulación para la recogida de setas es positivo, pero sólo se puede alcanzar un control correcto si existen los mecanismos para hacer cumplir esas normas. Es la postura que mantienen regidores locales y aficionados a la micología de la comarca. Consideran que si bien el paso dado por Pesoz de aprobar una ordenanza pionera en este campo es un buen inicio, debería ser el Principado, a nivel regional, quien estableciese una normativa común y homogénea, y controlase su cumplimiento.

"Establecer este tipo de normas lo veo muy complicado. Por una parte, se trata de cobrar una tasa cuando la mayor parte de los montes, el 90 por ciento, son privados. ¿Cómo le vas a cobrar si realiza una actividad en una masa forestal que no es de propiedad municipal?", se pregunta Marcos Niño, alcalde de Santa Eulalia de Oscos, un municipio con destacada riqueza micológica.

Niño pone el acento en la falta de personal para gestionar los trámites que precisan este tipo de ordenanzas. "La gestión de esas licencias debería realizarse sólo en horario de oficina, sin posibilidad en el resto del tiempo", apunta. Y en cuanto a las sanciones, señala que su concejo, como muchos de la comarca, no cuenta con policía local que pueda controlar el cumplimiento de la normativa. "O se hace a nivel regional, y que se encargue la guardería, o a nivel local es muy difícil", remarca el regidor santallés.

En la misma línea se expresa José Antonio Barrientos, regidor de Boal, donde también existe un gran patrimonio micológico. No obstante, la sierra de Penouta está considerada como un punto clave para la recogida de setas, y son muchos los aficionados que la visitan durante el otoño. "Nuestra postura, por el momento, es esperar a que el Principado legisle sobre este asunto. Boal tiene un gran potencial sobre todo en terrenos que están consorciados con el Principado de Asturias; y entendemos que quien debería legislar en primer lugar es la administración regional, y luego el Ayuntamiento", dice Barrientos, que considera que "de poco sirve hacer una ordenanza si luego nadie se encarga de hacer un control". Apuesta porque, una vez establecida la norma, puedan ser las propias asociaciones micológicas las que gestionen la extracción de hongos de los montes.

Por su parte, los aficionados a la micología ven con buenos ojos que se implanten normas. Es el caso de José Miguel Ariño, vinculado al grupo Marqués de Casariego de Tapia y a la Sociedad de Amigos de Boal. "Me parece un paso adelante la regulación de los montes para su aprovechamiento micológico. Debe haber normas, porque si no se llega a depredar el recurso", advierte. Normas como prohibir las bolsas de plástico y limitar la cantidad de setas a recoger por día "sirven para cuidar la setas y avanzar en su cuidado". Pide que el Principado ayude en esta labor, y pone de ejemplo a la comunidad gallega, que tiene una ley regional "desde el año 2014".

De la Sociedad Micológica de Boal es Alejandro López, también partidario de la regulación. Eso sí, apuesta por unas normas "que sean homogéneas en todos los municipios", puesto que "al que las ponga blandas, menos restrictivas que el resto, lo van a machacar", advierte.

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