Tras meses de negociaciones, el Arzobispado de Oviedo ha vendido el castropolense Palacio de Valledor a la empresa Paisajes de Asturias. La firma, que se de dedica a la compra de inmuebles singulares y tiene entre sus principales inversores al médico asturiano Víctor Madera, logra así hacerse (no ha transcendido el desembolso de la operación) con el cuarto palacio en suelo castropolense. Valledor se suma al Palacio del Marqués de Santa Cruz, ya restaurado y ubicado y en pleno centro de Castropol; el Palacio de Trenor de Figueras y las Torres de Donlebún, de Barres.
La empresa propietaria confirma la compra, aunque descarta que esté prevista una intervención en el corto plazo. Eso sí, el portavoz de la compañía explica que el objetivo de esta nueva adquisición es el mismo que el de las compras anteriores: "Recuperar el edificio para que no se caiga". Precisamente con ese objetivo se ha hecho una mínima intervención de urgencia en una de las torres de la fachada. El estado de deterioro actual hacía factible su derrumbe, así que se ha apuntalado y asegurado para evitar daños y garantizar que llegue en pie hasta la obra de restauración.
El palacio de Valledor es un inmueble fundado por la familia del mismo nombre en el siglo XVI y que está ubicado en pleno casco histórico de la villa. El palacio está acompañado de una vasta extensión de terreno a la que se suma la finca colindante, conocida como urbanización del Cobo, y que ya fue adquirida previamente por la firma.
Esta operación inmobiliaria no supone la desaparición de la Fundación Valledor, de la que dependía el palacio y que fue constituida en 1913 por expreso deseo de la última heredera del palacio, María Valledor. Así lo ha confirmado el párroco de Castropol, Juan Ignacio García, que es el secretario del Patronato de esta entidad (la preside el Arzobispo de Oviedo) creada con fines benéfico-docentes: "La Fundación continúa con los mismos fines; habrá que ver a qué se destinan los fondos".
María Valledor dejó decidido en su testamento que el palacio pasaría tras su fallecimiento a la Iglesia asturiana con el objetivo de que se crease dicha Fundación. Por eso, el edificio tuvo en su última etapa habitado varios usos ligados a la enseñanza, sobre todo como colegio y como escuela hogar, que estuvo activa hasta 1987.
Por el palacio pasaron cientos de alumnos, ya que también fue sede de colonias. Dos de sus visitantes más ilustres fueron las infantas de España, Elena y Cristina, que se alojaron en Valledor en 1983. En los últimos años su único uso conocido es el que le da la banda de gaitas castropolense "El Penedón", que ensaya en su interior. Tienen permiso para seguir haciéndolo mientras no se inicien las obras.
