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Cudillero prohíbe a los coches subirse a la acera al cruzarse en la travesía principal

La medida trata de facilitar el tránsito de los peatones y evitar riesgos ante las frecuentes invasiones del bordillo por los turismos

La nueva señal que prohíbe subirse a las aceras en Cudillero. A. M. SERRANO

El Ayuntamiento de Cudillero acaba de señalizar la travesía principal -la calle García de la Concha-, que atraviesa la villa y comunica la parte alta y baja de la capital del concejo, con el fin de evitar que lo vehículos pisen las aceras peatonales, como es habitual sobre todo en verano y fechas de máxima afluencia turística. En las señales verticales se advierte de que los turismos tienen prohibido subirse a las aceras. También se avisa del estrechamiento de la calzada.

Esta nueva regulación es provisional, según el Alcalde, Ignacio Escribano. El gobierno descarta de momento instalar semáforos, como se estudió hace unos meses. "Vamos a ver cómo funciona este sistema en Semana Santa y entonces decidiremos si son necesarios", indica Escribano. También se rechaza hacer de sentido único las calles Suárez Inclán y García de la Concha. Ambas son dos arterias importante para Cudillero por ser muy transitadas por vecinos y turistas, al comunicar la parte baja, más turística, con la zona alta.

El gobierno estudia soluciones desde hace décadas. El año pasado la situación se complicó aún más tras las protestas iniciadas por una comunidad de vecinos. El portavoz, Ismael Prendes, llevó el asunto a Fiscalía al considerar que el gobierno incumplía de forma de reiterada y a sabiendas de que lo hacía la ordenanza de circulación. "Es conocedor de esta situación, pero no pone remedio", se quejó amargamente Prendes.

Se da la circunstancia de que estas travesías son muy estrechas. En la mayor parte de los tramos dos vehículos se cruzan con dificultad. La tendencia del piloto es a invadir la acera, con el riesgo que esto supone para los peatones. Las aceras de la calle García de la Concha son, además, muy estrechas y algunas comunidades de vecinos advierten del peligro que supone salir de portal. Este peligro se agrava en caso de manejar un carricoche o si son niños los que acceden del portal a la calle sin supervisión de un adulto. "Cualquier día lamentamos un accidente y entonces a ver a quién pedimos responsabilidades", advierten los residentes de la villa afectados.

El gobierno confía en que esta fórmula sea respetada por los turismos. La próxima Semana Santa, al ser un periodo de más afluencia, se estudiará si funciona esta prohibición para, si es necesario, formular una nueva propuesta.

En caso de no cumplir con la normativa los pilotos se enfrentan a la correspondiente multa por incumplimiento las normas relativas a la circulación de vehículos en la villa. La Policía Local será la encargada de vigilar el cumplimiento de la señalización.

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