Salieron a la calle para exigir una actuación en una carretera casi intransitable y ahora que lo han logrado vigilan cada paso para que la obra cumpla con lo prometido. Los usuarios de la carretera regional TC-5, que va de La Roda a Castrovaselle y que da servicio a una docena de pueblos, se quejan de la anchura que en algunos puntos se le está dando a la vía y lamentan que la adjudicataria de las obras no aproveche al máximo el terreno disponible.

Los afectados ya mostraron sus quejas por este asunto a finales del año pasado, cuando comenzaron los trabajos. Entonces lograron que se modificaran algunos aspectos de la obra para satisfacer sus peticiones. Y es que los vecinos pusieron mucho de su parte en la reparación, ya que en el tramo de vía que va de Villar de Reiriz hasta El Valle cedieron hasta tres metros de terreno pegado a la vía para propiciar el ensanche y la mejora de la seguridad para los muchos vehículos que la transitan a diario.

El problema viene ahora con la construcción de las cunetas, ya que los afectados están detectando que no se está aprovechando todo el espacio disponible y consideran que, ya que no se ha hecho desmonte de terreno, sí que deberían pegarse las cunetas lo máximo posible al talud. "Nos habían dicho que la vía iba a tener 4,80 metros de ancho más cunetas, pero hay puntos donde medimos 4,60 metros con la cuneta incluida, así que no están cumpliendo las anchuras que nos prometieron", lamentan.

En esta ocasión, los usuarios de la vía han trasladado sus quejas a los responsables de la actuación con escaso éxito, y por eso han decidido hacer público su malestar. Su objetivo es que esta reforma se haga en las mejores condiciones y aumentando al máximo la seguridad del tramo por el que transitan a diario decenas de conductores.

La obra se adjudicó a finales del año pasado a la empresa Alvargonzález por un montante de 287.120 euros y un plazo de ejecución inicial de tres meses.

Movilización

Los vecinos iniciaron a finales de 2016 una llamativa movilización para urgir una reforma tras dos décadas sin prácticamente actuar en la vía. Llenaron la vía de carteles reivindicativos con frases como "Carretera en mal estado, sin conservación" y presentaron 966 firmas reclamando una obra que finalmente llegó.