Un centenar de escolares de Cangas del Narcea, Degaña e Ibias dejaron ayer su huella en uno de los montes devastados por los incendios del pasado mes de octubre. Provistos de guantes y herramientas dedicaron buena parte de la mañana a la plantación de 200 abedules en el alto del Capillo de Degaña, en una actividad organizada por Quei Vitorino y la asociación la Escuelina rural, que buscaban con esta actuación crear ciudadanos concienciados con el cuidado del entorno en el que viven. "Son los guardianes del paraíso, debería haber una asignatura de educación ambiental en los colegios", subraya Sandra Flórez, profesora y miembro de la Escuelina rural. En la iniciativa también participó Fundación Oso Pardo y el encuentro NatureWatch de Somiedo, informa D. Á. En las imágenes, escolares en la plantación de los abedules.