Enrique Rodríguez Fernández-Hidalgo (Cangas del Narcea, 1988) es uno de los 14 españoles que han recibido la beca de excelencia "Rafael del Pino" para cursar un máster en Administración Pública (MPA) en la Escuela de Gobierno de la Universidad de Harvard (Harvard Kennedy School), en Estados Unidos. Lo hace cuando está a punto de graduarse en el máster en Administración de Empresas que cursó durante dos años en The Wharton School, de la Universidad de Pensilvania (EEUU), para el que también consiguió una beca, en este caso de la Fundación Ramón Areces. Una formación al más alto nivel, con la que pretende volver a España dentro de dos años para desarrollar aquí sus proyectos profesionales.
-¿Qué supone que dos importantes fundaciones españolas inviertan en su preparación?
-Me considero un afortunado porque hay muy poca gente en España que haya podido hacer esto, dos másteres tan potentes, cada uno el mejor en lo suyo, sin que me supongan un coste personal alto. Gracias a estas fundaciones que han confiado en mí puedo volver a España sin deuda y para hacer algo en lo que crea.
-Acceder a los estudios que ha cursado y a los que va a acceder tampoco es sencillo.
-En estas escuelas suelen entrar unas 800 o 900 personas de las 10.000 solicitudes que pueden recibir, la representación española es solo del uno por ciento y, en el máster que cursaré en Harvard, por lo que he visto hasta ahora, seré el único español.
-¿Su idea es regresar a España a trabajar?
-Siempre, me defino como "ladrón de conocimientos". Tengo claro que en cuanto acabe la formación quiero volver porque aquí se pueden hacer muchas cosas.
-¿Cómo cuáles?
-Tenemos un gran potencial, aunque ahora mismo la clase política esté denostada. Estamos en un cambio de paradigma político evidente, las cosas van a modificarse y creo que es un momento muy bueno para cursar un máster en el que te vas a formar para entender cuáles son las mejores prácticas de la administración política en el mundo, y en ello la Escuela de Gobierno de Harvard es un referente mundial.
-¿Por dónde deben ir los cambios?
-Tiene que ser un cambio de modelo político global. Desde el sistema electoral, que es injusto; las instituciones están un poco obsoletas, claramente al Senado habría que darle una función más definida o igual hay que eliminarlo; hasta el sistema de financiación autonómico, que también necesita una revisión, y el sistema territorial. Ahora mismo vemos, con las tensiones territoriales, cómo un país que está creciendo y que tiene tanto potencial está enfrascado en una realidad casi sentimental. Yo lo que voy a intentar hacer es saber que ha pasado en otras realidades y cómo se pueden resolver este tipo de problemas, porque cuando la razón desaparece y aparecen solo los sentimientos, la lógica no los resuelve.
-¿Cómo le gustaría intervenir en este proceso de cambio?
-Quiero transmitir una mentalidad empresarial a los poderes públicos de España. Mi idea es intentar trabajar desde el sector privado para el público, aunque es difícil porque hay muchos impedimentos políticos, pero creo que el cambio de paradigma con el hundimiento parcial de los partidos tradicionales y un auge de los nuevos va a traer nuevas ideas. Aquí pagamos impuestos muy altos porque tenemos muchos servicios, pero creo que se podrían usar de forma más eficiente, por ejemplo.
