El astillero figueirense Gondán acaba de firmar un contrato con un armador noruego para construir un arrastrero de 78 metros de eslora y 17 de manga. El nuevo proyecto, con un plazo de ejecución de dos años, llega en el mejor momento, pues la reducción de la carga de trabajo empezaba a preocupar a la plantilla.

"Es un proyecto muy interesante porque significa volver a los barcos de pesca, que eran los que construíamos inicialmente y hacía muchos años que no hacíamos barcos de este tipo", señala el presidente del astillero, Álvaro Platero, que ayer dio a conocer este proyecto en la feria Navalia, de Vigo.

"Es un barco muy moderno y con mucha tecnología", apunta el presidente del astillero, quien detalla que además "del parque de procesamiento de pescado, lleva hasta una planta de harina de pescado". Platero precisa también que no es la primera vez que trabajan con este armador noruego y que hace poco ya construyó en España un arrastrero similar al que les encarga ahora. En ese momento, apostilla el presidente de Gondán, el astillero tenía demasiada carga de trabajo y no pudo hacer frente al proyecto.

El pesquero operará en aguas noruegas y, aunque puede dedicarse a muchos tipos de capturas, su especialidad será el bacalao y la gamba. "Es un barco con muchas posibilidades", añade Platero. El astillero pondrá en marcha el proceso de construcción de este barco, mientras ultima los dos pedidos actuales: un remolcador rompehielos para Suecia que tiene fecha de entrega en 2019 y un barco de mantenimiento de torres eólicas (Edda Mistral) que se marchará a Noruega este mismo verano.

Tres patrulleras

La construcción del arrastrero no es la única buena noticia que tiene estos días el astillero, pues acaba de ganar un concurso del Ministerio de Interior para construir tres nuevas patrulleras para el servicio marítimo de la Guardia Civil. El contrato, que ronda los seis millones de euros, aún no se ha firmado.

La construcción se llevará a cabo en la sección de fibra del astillero, ubicada en el muelle sur de Castropol. De allí también salieron en 2015 otras dos patrulleras para el Instituto armado, Río Belelle y Río Águeda. Asimismo, Gondán construyó también el buque insignia de la Guardia Civil, el Río Segura. "Las patrulleras serán idénticas a las que ya entregamos. La Guardia Civil está muy contenta con las dos, que están en Cádiz y Algeciras. Tienen 21 metros de eslora, de alta velocidad y son barcos que les están dando muy buen resultado", precisa Platero.

Entre las características de las patrulleras, que se construirán en poliéster reforzado con fibra de vidrio, también destaca que el motor deberá soportar una velocidad máxima de 28 nudos y una velocidad de crucero de 20 nudos. Podrán permanecer dos días en el mar y están preparadas para acoger una tripulación de cinco personas.

El astillero figueirense ha hecho frente en los últimos años a encargos de entidades de lo más diverso, desde el gobierno de Filipinas al Ministerio de Defensa de Indonesia, pasando por armadores de países como Noruega. "La construcción es igual pero el procedimiento burocrático es muy distinto", explica Álvaro Platero.