El Centro de Experimentación Pesquera de Castropol recibió ayer el primer análisis negativo en biotoxina para la ostra que crece en la ría del Eo, cerrada desde el 19 de abril por marea roja al marisqueo de moluscos bivalvos. El dato es alentador aunque debe ser tomado con cautela ya que son necesarios dos resultados negativos consecutivos para reabrir el estuario.

La bióloga Carmen Rodríguez confía en que el próximo resultado se conozca mañana. Si fuera negativo, Pesca podría autorizar la apertura, al menos de manera parcial para la ostra. Así ocurrió el pasado 21 de mayo, aunque fue una apertura corta, ya que un nuevo positivo obligó a cerrar tres días después sin que los ostricultores pudieran retomar la comercialización.