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Profesor de Matemática Aplicada de la Universidad

Los colmos y Mao Zedong

La llegada a la política de multitud de jóvenes sin contenido

Quizá mi pasión por la ingeniería inversa se deba a las adivinanzas de mi güela Beninga con sus "¿Qué cosa cosadiella ye?"; por ejemplo: "Una cuarta y algo más sin huesu nin conyuntura, todos los homes lo tienen y también el señor cura". ¿Qué cosa cosadiella ye? No piensen mal, que no acertarán. También ayudaron los colmos, a los que jugábamos cuando éramos chiquillos. Todavía me acuerdo de algunos. ¿Cuál es el colmo de la paciencia? Meter una zapatilla en una jaula y esperar que cante. Los que eran más rojos decían que era apretar con los dedos una peseta y esperar que Franco (que tenía el culo blanco) saque la lengua. ¿Y el colmo del forzudo? Doblar una esquina. ¿Y el del despistado? Dir a "teya vana" y querer topar los calzuncios. ¿Y el de la fealdad? Romper un espejo. ¿Y el de los cabezones? Ir a comprar 10 kilos de patatas sin bolsa, sólo con el gorrito. ¿Y el de los cínicos? Ahora dicen que preguntar a los nuevos parabolanos del PP sobre el dinero negro y la contabilidad del Sr. Bárcenas. En su día se decía que era tirar "un pet" en un entierro y echar la culpa al difunto. ¿Y el colmo de los colmos? La trama púnica y la Gürtel, que quiere decir Correa en alemán. ¡Qué bien elige los nombres la policía! Naturlich! Cuando era niño se decía que el colmo de los colmos era colmillo y se terminaban las adivinanzas. Ahora solo comienzan.

Parece ser que la mejor estrategia que encuentran algunos partidos políticos con problemas de corrupción cuando se les pregunta por el tema es cambiar las caras y sacar a la palestra a figurantes más jovencitos. El otro día oía al nuevo joven Vice-algo del PP (cuyo nombre desconozco) en unas declaraciones. Cuando vi que su cargo llevaba la palabra Vice rápidamente vino a mi mente un vaso de agua y un naufragio, y temí que se ahogase. Cuando le hablaban de corrupción y el caso Bárcenas, el Vice respondió que cuando ese caso se inició (no nombraba el caso), él jugaba a la Play. ¡Guau! ¿Y entonces, que tenemos que hacer? ¿Enterrar el tema porque el Vice-algo no sabe o no responde? Yo creo que no. El señor Vice-algo debería conocer las exigencias de su puesto de figurante.

Les voy a contar una historia personal que nunca he contado en público, aprovecho que nadie nos oye. En mi último empleo en el mundo de la empresa, allá por el año 91-92, trabajaba en una gran multinacional francesa donde era responsable de gestión industrial de la cuenca sudeste con base en Marsella, ciudad increíble a la cual algún día le dedicaré un artículo. Recibí como encargo hacer una auditoría de otra empresa que habíamos comprado en el valle del Ródano y que conocía como la palma de la mano desde Lyon hasta la Camargue. Digo habíamos porque en mi empresa no se admitían mercenarios, sino une armée+De de metier. Durante dicha auditoría, hecha en colaboración con la dirección financiera parisina, encontré (¡yo solito!) varias irregularidades por varios millones de francos que habían ocurrido cuando yo jugaba a la vuelta a la manzana en la calle General Zubillaga de Oviedo, mi calle. Las irregularidades involucraban presuntamente a mi jefe que poseía un look "french-connection" y un apellido noble, "de rescapés de la guillotine". Me tocó informar y no pude escaquearme y escudarme en que en su día estaba jugando a la peonza en mi calle. Informé y mi jefe me pidió que me retractase. No lo hice y hoy en día soy profesor del Departamento de Matemáticas en Uniovi. Tant mieux! En casos como el mío o como el del señor Vice-algo existen dos soluciones: creer como un parabolano lo que te dice tu jefe, o marcharse como hice yo, porque de pequeño me enseñaron que "tanta culpa tien el que mata como el que tién por la pata".

Mariano parece haber aprendido las lecciones de la historia y en particular de Mao Zendong, increíble personaje. En el PSOE parecen más torpes y han tardado en enviar a sus muertos vivientes "à la retraite" (la jubilación, no el retrete). Mao cuando hizo la reforma agraria (el gran salto adelante) mató a varios millones de chinos de hambre, fruto de una mala planificación agravada por catástrofes naturales. Dicen que de vergüenza se marchó. Sin embargo murió en el poder. ¿Cómo lo hizo? Años más tarde volvió, hizo la revolución cultural otorgando el poder a los jóvenes parabolanos, los guardias rojos, exterminando toda oposición a su causa. La vehemencia de los guardias rojos terminó escapándosele de las manos. Ahora Rajoy ha dado el poder a la generación Super Mario Bros. Además ha decidido cambiar el logo de la gaviota diarreica que no pudo digerir las corruptelas. Viene a mí mente cuando de pequeño intentando pescar "xaragos" con "pataxas", una gaviota me bombardeó en la cabeza en la Concha de Artedo. Les puedo decir que la mierda de gaviota es ácida, muy ácida. Como corolario, la probabilidad de que una gaviota te acierte no es nula, sobre todo si te quedas quieto. Mariano les ha dicho que se muevan. Veremos que hacen sus jóvenes parabolanos además de jugar a la Play.

Por su parte el PSOE sigue estando "lost in the battle field", con problemas para encontrar sentido a las 4 letras de su marca. También ha elegido a un ala-pívot jovencito que parece el yerno perfecto. ¡Qué pena no ser mujer, porque las encuestas dicen que les pone! Quizás también decidan cambiar la rosa por la flor de la pasión para ver si desatan la locura.

Yo, que no soy ni de derechas ni de izquierdas, sino todo lo contrario ("Ich bin liberal mit Einschränkungen"), a mi edad prefiero la valeriana y de vez en cuando el Jingsen sin jalea real, porque si no ¡"pongome biruelu"!

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