Cuando José Ramón Sandoval, extécnico del Sporting y titular hoy del banquillo del Granada, entrenaba al Rayo, recibió una mañana la visita de Zoilo Ruiz-Mateos, hijo del dueño del club de Vallecas. "Cámbiate", le dijo, "que mi padre quiere verte con urgencia". Sandoval se duchó, cogió el coche y se dirigió a Somosaguas, al chalé del patriarca de Rumasa, que le recibió entre agasajos en una estancia privada. "José Ramooooón", dijo, alargando exageradamente la vocal, "tú tienes aura; has levantado la estima de un barrio entero, consigues lo que te propones...". "Usted dirá, don José María", respondió escamado el míster de Humanes. "Quiero que vayas a ver a Emilio Botín, a ver si accede a concedernos un crédito que se resiste. Tú tienes aura, José Ramooooón; auuuuuura" -volvió a alargar las vocales, aún con más énfasis-. Sandoval, que imita a su exjefe con la fidelidad de un Latre, abandonó el chalé confuso.
